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Análisis de Mighty Mage

Un título pensado para conseguir logros, con una calidad más que cuestionable.

En el mundo de los juegos indies salen decenas de propuestas cada mes, siendo difícil jugar a todas y pasando por alto grandes obras. No es el caso de Mighty Mage, un título que apenas trae contenido y lo poco que tiene está pensado para sacar sus respectivos logros y trofeos, pero sin rastro de nada que sea medianamente divertido.

El juego, por llamarlo de algún modo, es una de las tantas copias de Vampire Survivor pero simplificado hasta la máxima expresión. La única diferencia es que en vez de atacar automáticamente, tendremos que mantener presionado perpetuamente el gatillo del mando o el botón del teclado. Una mecánica que no tiene ningún sentido, pero bueno. Una vez estés presionando el botón te rodeará una especie de interfaz de forma circular que sirve como plantilla para saber cuál es el rango de las diferentes habilidades. Además de esto, tiene un botón de impulso o dash para zafarte de los enemigos.

Y poco más, luego funciona como cualquier juego del estilo, en primera ronda elegiremos la clase de mago que queremos ser, que básicamente son todas iguales, solo cambia el color, y partir de ahí, cada vez que cambiemos de ronda se nos dará a elegir entre diferentes magias o subida de estadísticas.

La falta de contenido y la baja calidad del mismo hace que el juego sea imposible de recomendar

Podrás decir que tampoco parece tan malo, ¿no? Pues no tendría por qué serlo, si no fuera porque hay 4 habilidades mal contadas, un solo escenario y otros 5 o 6 enemigos diferentes, los cuales tienen diseños bastante deficientes, además de no tener apenas ninguna mecánica. En definitiva, en 10 minutos habrás visto todo lo que propone el juego, quedándote poder seguir jugando a lo mismo sin literalmente nada nuevo hasta que te canses. No cabe ni comentar que no tiene ningún tipo de jefe ni nada por el estilo. Una vez que pierdas o ganes, simplemente volverás a la pantalla del título sin desbloquear nada, porque sorpresa, tampoco hay nada que desbloquear.

Gráficamente, igual de flojo que el resto de apartados, el único escenario que incluye es una especia de sala de un castillo medieval vacía con 4 columnas. El personaje principal no tiene ninguna gracia, y apenas tiene una animación. De los enemigos mejor ni hablar, porque repite el mismo diseño de slime, murciélago y mago una y otra vez. Por hablar de la banda sonora, tanto de lo mismo, 10 notas peladas repitiéndose una y otra vez. Y para mayor alarde, aun siendo tan simplón ni siquiera funciona bien: Las hit-boxes de los personajes y habilidades no están bien realizadas, golpeándote sin saber muy bien el motivo. Además, cada vez que recibes daño, tu personaje se queda temporalmente congelado, lo que hace que muchas veces simplemente pierdas la partida sin poder hacer nada.

Conclusión final

Y tampoco me voy a explayar más, un juego que no recomiendo a nadie, a no ser que os dediquéis a farmear trofeos o logros y aun así diría que hay mejores opciones que no te hacen perder tanto el tiempo. No sé si el estudio creador tiene la intención de aumentar el contenido, pero no apostaría por ello. En PC está a unos 3 euros y en el resto de consolas se puede conseguir por unos 4, pero como os podéis imaginar no está ni cerca de valer el precio que tiene. Antes de terminar decir que si el género os llama la atención, hay propuestas del estilo mil veces mejores, como el propio Vampire Survivor, Brotato o el reciente Deep Rock Galactic: Survivor.

Alejandro Treceño

Redactor en HelGames. Apasionado a los videojuegos, especialmente a la marca PlayStation.

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