Desde mis inicios como jugador siempre he amado varios JRPG, y esto se ve reflejado en que mi juego favorito desde siempre ha sido Kingdom Hearts 2. Aun así, no ha sido hasta hace unos años que he podido disfrutar de nuevas experiencias en el mismo, adentrándome en sagas conocidas, pero que habían pasado bajo mi radar durante demasiado tiempo. Este ha sido, por supuesto, el caso de la saga Mana, la cual descubrí gracias a que hace unos años analicé en otro medio Legends of Mana, un título que me enamoró desde el primer momento, pero que me dejó ciertamente frío al palidecer respecto a las opiniones que había escuchado sobre la saga.
Aun así, y como ya he comentado, es un juego que me gustó, y por eso decidí aprovechar, sin pensármelo mucho, la posibilidad de analizar Visions of Mana, un juego al que he tenido acceso anticipado gracias a una clave de reseña que nos ha proporcionado PLAION. Tras echarle más horas seguidas de las que me gustaría admitir, puedo decir que lo he exprimido, y a continuación os contaré todo lo que tenéis que saber sobre esta nueva aventura, que esta vez sí, ha conseguido que tenga intención de jugar toda su saga.
Claramente va de menos a mucho más
Cualquier buen JRPG que se precie tiene que contar con una historia interesante, pero esto no quiere decir que tenga que ser profunda. Precisamente este era el caso del ya mencionado Legends of Mana, y yo mismo pensé que sería algo que volvería a encontrar en esta nueva entrega, pero sus responsables han decidido darme una bofetada ficticia, ofreciendo una narrativa que no solo me ha hecho enamorarme del juego, sino que me ha conseguido sacar alguna que otra lágrima durante la aventura completa.
Como digo, estamos hablando de un juego que en este sentido va de menos a más. En sus primeras 10 horas va asentando sus bases, presentándonos a los primeros integrantes de su elenco principal a fuego lento, pero que resulta tan lento que llega incluso a desesperar. Siendo sincero, en estos primeros compases de la aventura llegué a pensar que terminaría por agobiarme tanto que sentiría la necesidad de saltar las cinemáticas. No solo es que sea lento narrativamente, es que no aporta mucho en este sentido y apenas te deja saborear un sistema de combate que, como veremos más adelante, está bastante bien construido. Aun así, recalco que esto aplica en gran medida a las 10 primeras horas, no porque dejemos de tener tantas cinemáticas, sino que a partir de esta barrera inicial empiezan a tener mucho interés.
Muchos ya habréis desesperado lo suficiente en estas 10 horas como para abandonar esta aventura, pero te recomendamos que mantengáis la calma. Cierto es que la historia se sigue cociendo a fuego lento, en muchos sentidos, durante todas sus horas de duración, pero llegado cierto punto sabrás ver exactamente por qué estamos estamos hablando de un juego excepcional. No solo nos presenta un elenco principal carismático, sino que lleva la trama a lugares que no esperaríamos ver en un juego tan colorido y agradable a la vista. No es una trama oscura como tal, pero tiene tintes adultos, especialmente en lo emocional, que logran formar un conjunto muy acertado.
Precisamente durante mis primeras horas, más allá de un ritmo extremadamente lento, mi única queja radicaba en un protagonista que me parecía anodino. Encarnando al clásico héroe de cuentos de hadas, nos encontramos ante un guardián de su princesa, con un diseño visual que no me parece especialmente destacable, y una personalidad más que típica. Para mi sorpresa, esto cambió en gran medida cuando me situé en en la segunda parte de la aventura, encontrando un protagonista con el que no solo he empatizado, sino que probablemente logrará mantenerse en mi memoria por mucho tiempo.
Aun así, creo que tengo que terminar con una nota agria, y es que el sistema de misiones de Visions of Mana es un pequeño desastre. No solo las principales consisten únicamente en seguir un puntero en la mayoría de ocasiones, sino que las secundarias son en su mayor parte las llamadas «misiones de recadero». Por esto precisamente, llegado cierto punto me centré únicamente en la historia principal, dejando de lado la mayoría de recados que me podía encontrar en el mundo.
Debemos salvaguardar a los elegidos
Continuando con el tema de las 10 primeras horas que se hicieron eternas, debo decir que el palo ardiendo al que me agarraba era a un sistema de combate que, si bien no es especialmente innovador en absoluto, consigue terminar siendo una conjunción de golpes y habilidades incluso melódico. Es ágil, divertido y frenético, y además consigue ser variado al darnos la posibilidad de cambiar el control entre los personajes que tengamos en nuestro escuadrón. Durante toda mi aventura usé al protagonista, pero aún así se agradece bastante tener la opción de usar otra clase de armas y movimientos.
Toda esta variedad se ve potenciada por las llamadas reliquias elementales. Estas se consiguen conforme avanzamos en la historia, ofreciéndonos la posibilidad de ser equipadas en el personaje que prefiramos de nuestro escuadrón. Gracias a estas cambiará su forma de combatir, utilizando un arma diferente, al mismo tiempo que su atuendo cambia y se nos ofrece usar una especie de hechizo que se recarga con el tiempo. Quizá no las he explorado lo suficiente, ya que me he quedado con la reliquia del viento (la primera que se consigue), prácticamente desde el inicio de la aventura, pero las he probado todas y cada una de ellas.
Además, y aunque los combates normales son bastante divertidos y satisfactorios, debo destacar los combates contra jefes. No son nada impresionante a simple vista, pero la verdad es que cuentan con unos set de movimientos bastante interesantes. En dificultad normal no me han supuesto ningún problema de primeras, pero la verdad es que resulta interesante combatir contra enemigos diferentes, siendo que algunos de ellos nos hacen incluso cambiar la forma de combatir en cierto sentido. Quizá la única pega posible es que se siente como «esponjas de daño», dado que suelen tener unas barras de vida bastante grandes, que hacen que los combates se alarguen mucho más de lo que deberían.
Por su parte, el sistema de progresión es bastante simple y clásico, pero como se suele decir, si está bien no lo toques. Podríamos dividirlo en dos vertientes. La primera es la clásica subida de nivel, que ocurre cuando usamos a esos personajes en combate, de manera que al alcanzar la cantidad de experiencia necesaria se subirán de forma automática los atributos del mismo. Por otro lado, tenemos la compra de armas, y es que conforme avancemos en la aventura y conozcamos sitios nuevos nos encontraremos con que los comerciantes venden armas nuevas, y por supuesto más fuertes, para cada arquetipo. Será nuestro cometido comprobar esto en cada tienda que nos encontremos, para así poder tener el personaje más fuerte posible.
Visualmente brillante
Visions of Mana me ha gustado bastante, como ya habréis podido notar, pero la verdad es que hasta ahora no he mencionado nada que lo haga destacar. Esto acaba aquí, y es que artísticamente es una verdadera maravilla. No cuenta con gráficos ultrarealistas, pero claramente no los necesita. Nos ofrece un clásico estilo anime, pero llevado a la enésima potencia, no solo dejándonos con diseños de personajes muy variopintos y bien llevados, sino especialmente con escenarios extremadamente bien ambientados y acabados, que además brillan gracias a un aspecto técnico digno de la actual generación.
Esto además destaca especialmente en las ciudades, o más concretamente en una que visitaremos durante las primeras horas, que resultar contar con uno de los mejores diseños de escenarios que he visto en mucho tiempo en un JRPG.
Quizá no es el mejor juego a nivel técnico, no solo porque me haya encontrado con algunos bajones de frames, pero la verdad es que consigue destacar por estilo artístico. Además, todo ello se ve aderezado por una banda sonora que no solo está a la altura, sino que brilla con luz propia en momentos donde debe hacerlo, y quedándose en un segundo plano cuando lo necesita la escena. Y hablando de sonido, debo decir que el doblaje al inglés no ha sido del todo de mi agrado, con actuaciones que dejaban mucho que desear, pero en cambio al cambiar a japonés me encontrado con un doblaje muy solvente.
Conclusiones
Visions of Mana no es quizá el mejor juego del año, y tampoco será recordado como el mejor JRPG del 2024, pero es un juego solvente y muy divertido. Una aventura con todas las letras de la palabra, la cual engaña con unas primeras horas desangeladas y anodinas, que dan paso a un juego que logra llegar al corazón desde el primer momento. No es perfecto, ni mucho menos, pero claramente sus virtudes superan a los defectos y por bastante.
Si eres amante de los JRPG no lo dudes, Visions of Mana es una aventura que debes vivir.
Este videojuego ha sido analizado gracias a una copia del juego proporcionada por PLAION.