Análisis: Company of Heroes 3

Después de una espera de diez años, regresa uno de las grandes sagas de estrategia y lo hace con alguna que otra modificación

Company of Heroes 3, la tercera entrega de la saga RTS de Relic Entertainment, logra adaptarse y probar nuevas formas de hacer las cosas, añadiendo capas de complejidad en un género, el RTS (estrategia en tiempo real), que parece haberse estancado.

Relic Entertainment, gracias a la calidad y la inventiva de sus juegos, dominó el género de la estrategia en tiempo real durante la década de 2000. Homeworld, Warhammer 40.000: Dawn of War y Company of Heroes son algunas de sus grandes aportaciones por aquellas fechas. Y es precisamente a este último, ausente de los videojuegos desde 2013, en su tercera edición a quien le damos una calurosa bienvenida.

Si bien las comparaciones suelen ser odiosas, es imposible hablar de este nuevo lanzamiento sin recordar o pensar en el éxito de Company of Heroes 2. Ha pasado casi una década desde su lanzamiento, pero a día de hoy todavía cuenta con 3.000 jugadores activos diarios. Su comunidad lo ha mantenido vivo y se ha mostrado algo reticente a esta nueva versión.

Los desarrolladores saben que la sombra de una secuela exitosa siempre está ahí, y es por ello que parece que se han comprometido a hacer de Company of Heroes 3 un experimento separado de su predecesor. Acompáñanos en el análisis de este inconmensurable título que me ha devuelto las ganas y la ilusión en el género del RTS.

Tratar de superar lo anterior con un experimento

¿Dónde queda el experimento en Company of Heroes 3? Pues en la campaña Italia, donde el modo historia introduce una campaña híbrida, algo similar a Total War, pero no tan compleja. Su jugabilidad cambia, pero porque añade capas de micro y macrogestión.

Mapa Global de batalla al estilo Total War.

En esta campaña italiana, donde actuamos como la invasión aliada de Italia para expulsar al ejército nazi, nos encontramos con este modo mixto, un mapa global de campaña donde moveremos nuestras tropas y capturaremos ciudades y puestos de avanzada y un mapa de batalla de campo donde jugaremos al estilo de siempre, creando tropas y ganando terreno.

De esta forma, las batallas que libramos en el mapa global de campaña añaden importancia estratégica. En este modo de Company of Heroes 3 seremos los dueños de las decisiones y del devenir de la conquista de las ciudades en este escenario que hace las veces de mapa a escala de Italia. Decidiremos sobre qué objetivos iremos avanzando y como abordaremos ciertas situaciones. Estas decisiones marcarán la dinámica con los 3 generales que están en nuestro consejo: un americano, un inglés y una líder italiana. Si conseguimos el apoyo de cada uno lograremos desbloquear habilidades extras, además de otras bonificaciones de cara a la batalla de las ciudades.

Este mapa de avance al principio es algo novedoso, pero se vuelve algo monótono, pero lo bueno es que no estamos obligados a jugar todas las batallas, muchas de ellas se pueden resolver automáticamente, eso sí, si jugamos, ganamos algunos recursos adicionales y puntos de habilidad.

Una guerra de verdad

Una vez entrada en los mapas de la batalla de campo en las propias ciudades, en la campaña italiana, al ser una campaña de más recorrido, tenemos la posibilidad de generar ejércitos y realizar actividades adicionales sobre el terreno enemigo.

Cada esquina un escaramuza.

En esta parte, nuestras tropas ganarán experiencia, en forma de habilidades especiales, pasivas o desbloquear nuevas tropas. Los soldados a crear serán de diferentes tipos, desde columnas blindadas, a fuerzas de artillería o cuerpos especiales de infantería, entre otras. Esto depende también de la nacionalidad de las tropas que elijamos reclutar, siendo o americanas o inglesas, dentro de las inglesas también encontramos fuerzas de las colonias indias.

Aquí, como en el otro modo campaña que más tarde explicaremos, la pausa táctica es una herramienta a la que vamos a sacar mucho partido en ambas campaña, permitiéndonos pensar y dar varias órdenes a la vez. También hay que contar como la IA es bastante más certera a la hora de usar sus propias unidades, buscando huecos, evitando coberturas y atacando a las unidades más sensibles y que más problemas pueden darle. Esta es una gran mejora de los desafíos en general y se produce en todos los niveles de dificultad, incluidos los más bajos.

En Companys of Heroes 3 nos toca ser el enemigo

No podemos dejar aún lado que a la campaña italiana le acompaña la campaña de África, donde nos enfundamos el traje de un temido comandante del Afrika Korps alemán. Esta conserva su forma convencional y lineal. Una campaña más al estilo propio de Company of Heroes, con una historia de fondo (algo confusa porque nos la cuenta un soldado Libio) y un montón de campos de batalla y misiones únicas, donde la microgestión va a ser la clave de la victoria.

Para la parte de las misiones únicas Africanas, en ellas compartiremos muchas características de la anterior campaña, pero que aquí toman un cariz mucho más importante, dado que en muchas batallas solo contaremos con unas pocas de unidades, sin posibilidad de adquirir más o mucho más limitado.

Llevamos las tropas Nazis por el Norte de África.

En este caso, de las cosas más importantes para la capacidad blindada alemana es el blindaje de los tanques, siendo mucho más realista y permitiendo crear maniobras de flanqueo mucho más eficaces a los puntos débiles del enemigo. Además, y como siempre, la cobertura de las unidades de infantería es parte esencial para que no mueran en un suspiro, pero con la adición de la verticalidad, haciendo que las unidades estén en desventaja si pelean contra otra que está por encima.

En esta campaña es vital la pausa táctica. Aunque su uso puede ser algo lioso cuando queremos rectificar alguna orden con la escena parada, también es esencial para poder microgestionar tantas unidades con sus propias formas de jugar, coberturas y habilidades propias.

Lo que me han hecho sentir un puñado de héroes

La peculiaridad de la serie, que también encontramos en este tercer capítulo, es la escala de sus batallas. Company of Heroes enfatiza lo que podemos definir como un puñado de héroes o un pelotón, en lugar de un ejército interminable. Con un enfoque de cámara mucho más cercano, estás casi tocando los edificios, la batalla se vuelve muy personal, te absorbe.

El juego no te permite construir una gran cantidad de unidades y por ello de la importancia que le das a cada escuadrón. En el juego Relic es necesario seguir el progreso de los equipos individuales con una astucia diferente, teniendo que tener en cuenta casi cada decisión o siguiente paso de forma minuciosa. Con un poco de esfuerzo verás a tus soldados pelear y moverse en el campo en una armonía extraordinaria y francamente muy realista.

La segunda guerra mundial en nuestras carnes.

Es en este punto, el juego, a través de todos los aspectos, incluida la jugabilidad; logra expresar una belleza casi cinematográfica. Todo fluye en pantalla, tanto con el crepitar de las ametralladoras, los vuelos rasantes de los aviones atacando con nuestras unidades tan detalladas que se encogen de miedo bajo el bombardeo como su agrupamiento a lo largo de los muros bajos levantando su rifle para detener la acometida de los enemigos (solo puedo decir: ¡uff!).

A todo esto, y esta es la gran noticia, Company of Heroes 3 ha introducido el sistema que regula la destrucción de edificios y elementos del escenario, capaz de desmoronar de forma creíble cualquier estructura bajo los embates del conflicto, y permitiendo a las divisiones mecanizadas todo su descaro pisoteando casi cualquier elemento tras su pasada.

Multijugador competitivo y cooperativo para aderezar la fórmula

El mayor punto fuerte, o principal, de Company of Heroes 3 es su modo para un jugador, aunque esta entrega también nos da la posibilidad de disfrutar del multijugador tanto a nivel competitivo o si, por ejemplo, queremos hacer equipo con otro amigo para enfrentarnos a la IA.

Multijugador estable y muy variado.

La parte multijugador competitiva es una evolución de lo visto en Company of Heroes 2, y algunas ideas nuevas que encajan muy bien, posibilitando enfrentamientos en puntos clave del mapa contra otros usuarios, pudiendo disfrutar de 4 facciones diferentes (son las mismas que el modo un solo jugador) y un total de 14 mapas diferentes. Mezcla batallas urbanas o en superficies más grandes, con un nivel de conexión bastante estable, probablemente gracias a las diferentes betas hechas en el juego.

Por otro lado, también tenemos la posibilidad de jugar en cooperativo con unos amigos, ya bien sea en partidas de 2 vs. 2 o 4 vs. 4 contra la IA, estando disponibles los mismos 14 mapas que tenemos en el modo multijugador, siendo esta parte un añadido a la experiencia de un jugador.

Dos teatros dinámicos

Company of Heroes 3 nos acompaña a dos teatros de la Segunda Guerra Mundial que no se suelen ver, pero que son muy importantes para el devenir de acontecimientos como son el norte de África e Italia.

Los gráficos, texturas, mapas y efectos han mejorado mucho con respecto a lo visto anteriormente en Company of Heroes. En este aspecto logran crear mapas complejos, llenos de detalles y que también aporten cierto componente jugable, con multitud de coberturas (árboles, arbustos, vallas de madera, agujeros, hoyos de artillería…) y edificios y la destrucción antes comentada, y más. Además, los diseños de los uniformes están muy logrados y se diferencian mucho entre las distintas compañías.

A nivel gráfico se lo han currado en todos los detalles.

Por otro lado, el sonido también está muy bien logrado, tanto en cuanto a toda la gama de sonidos que nos ofrece le juego como en cuanto a la música que nos acompaña adecuadamente en los menús o durante todo el proceso. El juego, además, cuenta con una buena voz doblada al inglés, así como una buena traducción del texto al castellano En cuanto al rendimiento, no encontramos ningún problema, error o incluso caídas de fps con mi PC, algo limitado para los tiempos que corren.

Conclusión final

Company of Heroes 3 consigue avanzar en su fórmula, añadiendo capas de reglas hibridas que enriquecen el combate y las campañas, con un mapa de batalla de campo pausado, donde conseguir ventajas, y un mapa de global de campaña dinámico, donde nuestras acciones pueden cambiar la estructura de la batalla. Una incursión pequeña que aporta nuevas posibilidades tácticas y estratégicas que pueden darle un brillante futuro a la franquicia y a otros proyectos de los desarrolladores.

Además, otra de las cosas parecidas es que su contenido de lanzamiento nos puede dejar más de 20-25 horas sentados frente a la pantalla, sin contar el multijugador, gracias a sus dos campañas y sin necesidad de esperar a un DLC, que más tarde o temprano llegará. Por si solo es un juego bastante completo.

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