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Análisis de Nova: Cloudwalker’s Tale

Una delicada pieza de acertijos etéreos para todos los amantes de los puzles

Bloques u objetos que debemos deslizar o mover encajando la posición de sus figuras para cumplir un objetivo en concreto. Esa podría ser la definición para los denominados rompecabezas deslizantes. Un tipo de acertijo tan viejo como el propio puzle y que en los videojuegos se usa usualmente a modo de añadido para enriquecer la variedad jugable de una obra, como se da en NieR Replicant. Mientras que, en otras ocasiones, es el eje central de la experiencia, como con el legendario Tetris.

Pero, ¿cómo puede ser que este tipo de acertijo pueda parecer tan infinito? ¿Cómo puede seguir esta vieja fórmula dando nuevos juegos como el título del cual hablaremos en este análisis, Nova: Cloudwalker’s Tale

Encerrados en mares de aire

Nova: Cloudwalker’s Tale, que llamaremos a partir de ahora para abreviar como «Nova», es un título de puzles hecho en España por un pequeño equipo de tres personas: Fer Gueler, en el diseño del juego; Dre Otero, en el arte y la historia y Javier Codina, como programador. En él y en cada una de sus pantallas, nuestra tarea principal será guiar a nuestro personaje, el “Caminante de las nubes”, desde un punto de la pantalla a la salida de la misma mientras movemos, combinamos o caminamos por las nubes. Además, también habrá que recoger unos fragmentos de estrella que servirán para desbloquear fases.

Con esa estructura aclarada, el juego busca tener varias capas de profundidad, teniendo, nosotros, que descubrir en cada uno de sus escenarios una solución para alguno de estos tres problemas: llevar a nuestro personaje al punto de salida, conseguir una o varias de las estrellas que haya por el escenario y si hemos obtenido algún astro, encontrar como ir con todo el equipo hasta la salida.

A su vez, no tendremos que llegar de primeras a esa solución en la que convergen las tres incógnitas que se nos platean en un mismo nivel. Discurriendo así el título entre la obligación de conseguir ese número determinado de estrellas para desbloquear un grupo de fases y el mero avance hacia la siguiente puerta.

De esta forma y durante los más de 60 niveles que forman el título, Nova nos permite, en parte, proseguir con su aventura conforme vamos sacando números de las combinaciones que son sus rompecabezas. Pero, aunque este sistema consigue liberarnos un poco de la habitual situación de atasco clásico del género, no lo consigue del todo por la imposición de ese mencionado número de estrellas. Justamente, dicho sea de paso, tengo bastante claro que hubiera sido mejor elección haberlo dejado a la voluntad del jugador y que siempre pudiéramos tirar hacia adelante.

Análisis Nova Cloudwalker's Tale
Ahí donde el pájaro vuela, Ahí donde el río es que suena.

Los cuatro fenómenos meteorológicos de la troposfera

Partiendo de lo anterior, la base para la resolución de todos los acertijos de la Nova será encontrar como podemos mover a nuestro personaje. Siendo las nubes, entonces, puentes gaseosos necesarios para llevarlo a su destino. Dichas nubes tendrán una forma predefinida según el nivel y no se podrán rotar en ninguna dirección. Igualmente, tampoco podremos mover una nube sobra la que estamos posados.

Sumado a esto, hay varios tipos de nubarrones, cada una con sus características que varían la forma en la que podemos usarlas. Habrá unas de color gris, que serán inamovibles hasta que hagan contacto con alguna otra y que dan nubes con nuevas formas según el punto de contacto. Otras se van rompiendo en cachitos conforme nuestro personaje pase a través de las mismas. Y la última clase, se trata de unas nubes de tormenta, las cuales no podremos dar ni un paso sobre ellas y funcionan como obstáculos.

Análisis Nova Cloudwalker's Tale
Hay pocas fases donde se combinen todas las nubes, hay pocas situaciones donde estemos en mitad de la tormenta.

Luceros, campos celestes y borrascas

Con esas reglas ya establecidas, sus mecánicas se introducen de forma secuencial dentro de las cuatro regiones que forman la aventura. Siendo las primeras fases de cada una de estas, por ello, un tutorial de adaptación que se va extendiendo por sus caminos secundarios. Aunque, como nota aclaratoria, estamos ante un título difícil que nos pondrá a prueba y con una duración tan variable como sea nuestra rapidez en desvelar sus enigmas.

Para algunos o en algunos momentos, su dificultad puede ser como muros en el aire, pero, Nova consigue crear un título con unas soluciones cerradas muy bien planteadas, inteligentes y desafiantes. Donde sus niveles se edifican para combinar cada una de sus partes, para hacer sudar a nuestras neuronas, con estructuras que estorban o con unos pasos muy concretos a seguir.

Como contraposición a ese buen hacer, al título le hubiera sentado como lluvia en agosto el tener algunas fases más, especialmente aquellas que combinan todos los tipos de nubes. Haberlas haylas…; pero se antojan a poco, siendo inevitable la sensación de que le falta una región más.

Nova: Cloudwalker's Tale niveles
En los caminos alternativos de las constelaciones es donde están los mayores retos.

Unas pocas nubes grises en un cielo estrellado

Surcando ahora la faceta artística de Nova hay que decir que tiene claros oscuros. En lo referente a su trama, Cloudwalker’s Tale tiene esa mala costumbre del videojuego moderno de disolver una historia sencilla en cripticismo. Es cierto que hay un intento de presentarla de forma atractiva por medio de sus cinemáticas o a través de narrativa ambiental. Al igual que también es patente que se queda solapada por esa ejecución abstracta.

En otra línea, otros aspectos, como su apartado musical/sonoro y artístico, consiguen conferirle una presentación embaucadora, aunque pecan de falta de identidad por intentar amoldarse a los gustos estéticos actuales.

Los pequeños paseos del señor de la condensación.

Conclusión final

Como os comentamos al principio, el subgénero de los rompecabezas deslizantes es algo tan frecuente y tan antiguo que parece difícil destacar en algo que ha sido tan trallado. Sin embargo, la respuesta siempre está enjaulada en el ingenio.

De esta forma, Nova: Cloudwalker’s Tale resalta como un relato concebido de una forma tan exquisita gracias a su inteligente diseño de acertijos y a la original evolución de los mismos. Donde su acierto se debe a darle a esa idea tan sencilla, la de pasar de A a B a través de mover piezas, otro enfoque motivado por las distintas propiedades con las cuales se han concebido sus nubes.

Y a pesar de ser un pequeño proyecto, con sus correspondientes limitaciones y los pequeños errores que hemos ido mencionando en este análisis; los conceptos que se iniciaron hace ya unos años en una jam consiguen brillar y convierten a Nova: Cloudwalker’s Tale, un astro para los jugadores que amamos darle un rato al coco.

Análisis Nova Cloudwalker's Tale
Cuando una buena idea consigue deslumbrar en algo tan viejo como son los rompecabezas.

Parar terminar, indicar y agradecer a Racoon And Sheep que han hecho posible este análisis gracias a habernos entregado una clave de Nova: Cloudwalker’s Tale en su versión de PC para Steam. Además, recordamos que el juego tiene previsto ser lanzado en el futuro, aunque sin ninguna fecha oficial confirmada, tanto para Nintendo Switch como para plataformas móviles, Android e iOS.

Adán Gallego

Luchador profesional contra el teclado para escribir mi opinión sobre videojuegos. Amante de los Souls, Halo con Bungie, Dead By Daylight, los Rogues y lo Indie. También conocido como ElGalloRuso o Gallo en Twitch y redes sociales.

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