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Análisis: Planet of Lana

Un gran juego que destaca por lo precioso de su apartado artístico

Desde el primer tráiler mostrado allá por 2021 en el Summer Game Fest, Planet of Lana ha sido uno de esos indies a los que sigues la pista hasta el momento de su estreno. Y por fin, este 2023, tenemos ya entre manos el primer juego de la compañía sueca WishFully.

Planet of Lana nos mete dentro de un planeta desconocido donde una sociedad muy parecida a la humana vive en paz, es una sociedad no muy avanzada tecnológicamente que vive en estrecho contacto con la naturaleza. A los pocos minutos de comenzar, lo que parecía un paseo tranquilo jugando con tu hermana se convierte en una persecución a vida o muerte: Una especie de robots extraterrestres descienden del cielo y raptan a todas las personas del planeta en unas escenas que podrían recordarnos a películas como “La Guerra de los Mundos”.

Lana tendrá que huir y comenzar una aventura para buscar a su hermana y respuestas sobre el porqué de la invasión. Pronto descubriremos que los parecidos de esta sociedad con los humanos no es solo casualidad. Tampoco quiero profundizar mucho más en la historia porque cualquier cosa que cuente será ya un gran spoiler. La historia es sencilla pero muy interesante, que te hará querer avanzar continuamente solo por saber quienes son estos robots, que paso en el planeta, donde está la gente.

Cooperar con tu pequeño amigo es algo fundamental

Aun en el principio del juego nos encontraremos con Mui, una especie de criatura parecida a un perro, bueno es una bola de pelo con patas en realidad, que será nuestro compañero gran parte de la aventura. Iremos notando como la relación de los personajes irá desarrollándose poco a poco, viendo como Mui cada vez confía más y más en nosotros y aprende nuevas habilidades.

El apartado artístico y visual es simplemente precioso

Toda la historia transcurre en un mundo precioso, desde los fondos a las animaciones o a las cinemáticas en tiempo real. Todo en este juego es increíblemente bonito. El estilo tipo pintura en lienzo es tan impactante, que solo por esto merece la pena adentrarse en el juego. Pasaremos por bosques, desiertos, ruinas de civilizaciones antiguas, cuevas y muchos más sitios, además alternando entre día y noche, siendo su variedad de parajes uno de los grandes aciertos del juego de la compañía sueca.

Profundizando más en el apartado gráfico, porque repito, no tienen desperdicio y es sin duda lo mejor del juego: Si conocéis la obra del estudio Ghibli, estudio japonés, creadores, entre otras, de “Mi vecino Totoro” y “El viaje de Chihiro” (esta última debería ser de visión obligatoria para todos). Pues en este juego vemos un estilo muy parecido, con un apartado visual, sobre todo en zonas rurales y naturales, con unos verdes muy marcados y unas líneas que parecen trazadas a mano. Todo en el juego está creado con un gusto increíble y habrá imágenes que se te quedaran en la retina un buen tiempo.

Saliéndonos un poco del estilo visual y yéndonos al apartado sonoro, la banda sonora es también espectacular, intercalando bonitas melodías con partes en las que el silencio es el protagonista, generando un conjunto sonoro que le queda como un guante. El juego solo tiene voces en un idioma inventado, aunque la expresividad y las situaciones tan bien planteadas harán que no haga falta entender el idioma para saber qué están diciendo.

La jugabilidad basada en puzzles, el punto débil del juego

Uno de los puntos en donde el juego hace aguas, es en el apartado jugable: Estamos ante una aventura de scroll lateral en la que el único propósito es avanzar continuamente, resolviendo puzzles muy sencillitos, que intercalándose con cinemáticas en tiempo real harán que lleguemos al final sin mucha dificultad. Es el mismo estilo que hemos visto en juegos como «Inside», «Limbo» o la saga «Little Nighmare». Este desarrollo de juego está mucho más basado en los puzzles, donde el control es un poco tosco y las plataformas son muy sencillas, siendo apenas protagonistas del juego. El problema de la obra de Wishfully es que todo lo que hace ya lo hemos visto en los ejemplos anteriores, y es una pena, pero Planet of Lana está un escalón por debajo de todos ellos.

El juego os pondrá en situaciones muy básicas donde necesitaremos pasar obstáculos, escondernos de los robots que han invadido el planeta, huir de diferentes criaturas autóctonas…  Para ellos usaremos recursos que hemos visto mil veces en otros juegos: Mover cajas, esconderse en hierbas altas, usar palancas. También usaremos a Mui para resolver muchos de los puzzles: Le podremos montar en pequeñas naves para que nos abra el paso, mandarle que nos tire una cuerda… Es interesante comentar, que al igual que Mui te ayuda en tus aventuras, el juego te obliga a ayudarle a él también, no podremos avanzar en la trama sin llevar con nosotros a nuestro pequeño amigo peludo.

Una duración más que correcta para obras de este estilo

El juego no tiene ningún tipo de coleccionable, algo que es lógico en este tipo de juegos, más centrados en lo cinematográfico y en la historia que en otra cosa.

Un jugador con relativa experiencia en este tipo de juegos podrá llegar al final en menos de 4 horas, una duración más que aceptable. Recordemos que en el primer “Little Nighmares” en menos de 2 horas estábamos viendo el final y no por eso deja de ser un grandísimo juego.

Conclusión Final

Wishfully nos regala un gran juego, con un estilo artístico precioso y una historia más que interesante. Quizás ir detrás de obras de arte como “Limbo” o “Little Nighmare” y la sensación de que la mayoría de puzzles ya les habíamos visto en otros juegos del género, haga que no lo veamos con los mismos ojos.

Aun así, si no te gusta complicarte la vida, te llaman la atención los juegos de puzzles y eres de lo que hacen 200 capturas al juego (porque las vas a hacer) tenéis que darle una oportunidad. El juego está ya disponible en PC y Xbox (día 1 en Game Pass).

Alejandro Treceño

Redactor en HelGames. Apasionado a los videojuegos, especialmente a la marca PlayStation.

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