Si no has leído los Cuatro Caballeros del Apocalípsis, es decir, el anime secuela de Nanatsu no Taizai te recomiendo que sigas leyendo este artículo. A continuación habrá spoilers importantes, tanto del anime como del manga.
Los que hayáis empezado a leer los Caballeros del Apocalipsis, o incluso hayáis visto el anime que se empezó a emitir durante el pasado año 2023, ya sabréis más o menos quien es Percival, conocido como el caballero de la muerta. Este personaje hace las veces de protagonista de esta secuela, situándose en el papel protagónico junto a su particular grupo de amigos, entre los que se encuentran los otros tres caballeros de la profecía, o por lo menos es así poco antes del time-skip de la obra.
En un primer momento el personaje se nos presenta como el nieto de Varghese, y por tanto hijo de Ironside, un caballero del Caos de Arthur. Nos pasamos prácticamente toda la obra pensando que esto es cierto, pero conforme avanzamos nos damos cuenta de que Percival no es un personaje normal, y aquí vengo a responder una de las muchas dudas que puedes tener al respecto.
No está vivo, o al menos no en teoría
Durante el transcurso de la obra vemos varias veces cómo Percival aparentemente muere, para al final terminar regresando de forma casi milagrosa, pareciendo que es el personaje con más suerte de todos, o incluso que cuenta con una maldición parecida a la que tenía Meliodas en Nanatsu no Taizai. La realidad es muy diferente.
En capítulos previos al time-skip de la obra conocemos por qué exactamente Percival no puede morir, y es que desde el principio no estuvo vivo. Según nos cuentan, él fue humano, pero murió llegado cierto momento. En un intento de usarlo como un nuevo cuerpo para su verdadero hijo, Ironside lo revivió, introduciendo en su cuerpo un espíritu de vida, pero fue Varghese, el supuesto abuelo de Percival, quien evitó que el cambio de cuerpo se terminara produciendo.
De esta manera, Percival no es realmente humano, sino que es un espíritu de vida, lo que explica el hecho de que no pueda morir, así como también da sentido a su particular magia. Al mismo tiempo no deja de ser irónico que el ser que no es capaz de fallecer, y que es en esencia un espíritu de la vida, sea apodado como el «Caballero de la Muerte».