The Legend of Zelda: Tears of The Kingdom estaba terminado en 2022, pero se retrasó para pulirlo al máximo

Aonuma, en una entrevista, ha hablado sobre el retraso de un año de la secuela de Breath of the Wild

Llevamos un tiempo disfrutando de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom en Nintendo Switch, que salió el 12 de mayo, y es evidente que ha capturado la atención de muchos jugadores. Nintendo ha anunciado recientemente que este título ha logrado vender 10 millones de unidades en tan solo tres días, lo cual es un logro impresionante.

Es realmente sorprendente que The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom cuente con un sistema de físicas y mecánicas tan pulido, ya que es común encontrar numerosos errores y bugs en la mayoría de títulos recientes. En el vasto mundo de esta nueva entrega para la consola híbrida, prácticamente todo está interconectado, lo que hace aún más destacable la escasez de errores en este aspecto.

En una reciente entrevista para el medio The Washington Post, el productor, Eiji Aonuma, ha comentado algunas cosas interesantes. Aonuma menciona el retraso del juego que tuvo lugar en marzo de 2022 y sugiere que el juego ya estaba completo en ese momento, pero decidieron dedicar tiempo extra para pulir la experiencia. Aonuma ha comentado lo siguiente, hablando sobre el objetivo que tenía el estudio tras el retraso: «Asegurarse de que todo el juego estuviera al 100% de acuerdo con los estándares».

A lo largo de ese año de retraso, el equipo se dedicó en pulir y asegurarse de que las físicas funcionaran correctamente, corrigiendo todos los bugs que podrían entorpecer la experiencia. Este proceso de corrección no fue fácil, comenta, pero explica a la perfección el por qué The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom salió con tan pocos fallos y con tanta buena recepción tanto por prensa como por usuarios.

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