Análisis

Análisis: Dark Souls

El comienzo de una leyenda

Dark Souls es un título RPG desarrollado por FromSotfware en 2011 para PS3 y Xbox360 en el que encarnamos a un personaje que, aunque puede llevar el nombre que nosotros escojamos, será referido por el resto de personajes en el juego como El No Muerto Elegido, dentro de una tierra de fantasía medieval llamada Lordran, El aspecto que más atrae de Dark Souls es su dificultad y la falta de indicaciones. Sin embargo, las mecánicas están creadas para que el título, no sea, en cierta medida, injusto, aunque ya entraremos en esto más adelante.

El mundo de Dark Souls es amplio y te dejan cierta libertad para explorar las zonas, debido a que, salvo aquellas que necesites llaves u objetos concretos para su acceso, podrás hacerlas en el orden que quieras, aunque existe cierto orden lógico que está en manos del jugador descubrirlo. Cada zona cuenta con multitud de caminos, ya sean principales o secundarios, botín vario que incluye consumibles, piezas de armadura, armas, hechizos y demás cosas de interés y una gran cantidad de enemigos cada uno con sus ataques, fortalezas y debilidades únicos. Además de todo esto, en la mayoría de zonas, al final de la misma encontraremos un jefe o simplemente un enemigo especial, que pondrá a prueba nuestra destreza en combate, de la cual hablaremos ahora.

Dark Souls tiene gran versatilidad en el combate, podremos llevar equipadas dos armas en la mano izquierda, dos en la derecha, cuatro piezas de armadura (casco, coraza, perneras y botas) dos anillos, que nos otorgaran una gran variedad de efectos, cinco objetos consumibles distintos entre los que está el famoso frasco de estus, que actuará como la única manera de recuperar vida en el título junto con otros remedios para efectos de estado o incluso bombas. Además de esto, podremos llevar dos tipos de pernos de ballesta y dos tipos de flechas para el arco.

Sobre esto, si presionamos el botón asignado, podremos usar nuestra arma derecha a dos manos, aumentando en gran medida su daño y, dependiendo del tipo de arma, cambiando su set de movimientos. Además de que te permite usar armas que a una mano te sería imposible por los requerimientos de atributos.

Dentro del combate tenemos muchas opciones para derrotar a nuestros enemigos, podremos hacer un ataque simple y un ataque pesado con el arma derecha o la izquierda y el ataque pesado se podrá cargar para hacer más daño, además de eso. Tenemos dos mecánicas la mar de útiles: El backstab y el parry

El backstab es fácil de hacer, pero solo es posible realizarlo en objetivos humanoides, para realizarlo solo tenemos que colocarnos a la espada de un rival y hacer un ataque simple con el arma derecha. Con este ataque haremos una gran cantidad de daño y lanzaremos al enemigo al suelo en la gran mayoría de los casos, dándonos la oportunidad de reposicionarnos, curarnos, y prepararnos para el siguiente asalto.

El parry ya es algo más complejo, consiste en bloquear el ataque de un enemigo ya sea con una espada, una daga o un escudo, haciendo esto el objetivo perderá el equilibrio y nos permitirá hacerle un brutal ataque frontal. El timing es extremadamente preciso, ya que si bloqueas demasiado pronto, aunque pares el golpe no harás un parry y si lo haces demasiado tarde, sufrirás el daño del golpe. Sin embargo, el parry te permite hacer gran cantidad de daño a enemigos y hay enemigos que aunque son inmunes al backstab, no lo son al parry, debido a su constitución. Para esquivar ataques enemigos, tenemos dos opciones: hacer un paso hacia atrás con el botón correspondiente y la magia de Dark Souls, la voltereta, que se realiza pulsando el botón del paso atrás mientras apuntamos en una dirección. La voltereta es maravillosa, ya que somos totalmente inmunes al daño durante la primera mitad de la voltereta, lo que permite esquivar con precisión ataques que de otra manera nos podrían destruir.

Con estas mecánicas, que aunque simples en concepto tienen una gran complejidad en combos y de estilos de combate que dependerán de como quieras jugar y tus elecciones de arma y clase. Hablemos de esto último.

Al principio del juego, al crearnos nuestro personaje, podremos elegir dos cosas bastante importantes: Nuestra clase y nuestro regalo inicial, aunque en los RPG convencionales la elección de clase puede limitar nuestras opciones de combate y habilidades, en Dark Souls no ocurre esto, al elegir la clase solo estaremos eligiendo nuestras stats iniciales, nuestra primera arma, primer set de armaduras y en el caso de clases mágicas, los hechizos y catalizadores correspondientes. Es decir, que si empiezas con un mago y ves un espadón que te guste, solo tendrás que subirte las stats recomendadas para el arma y equiparla. Todas las armas tienen dos cosas que hay que tener en cuenta: Los requerimientos de stats y el escalado de las mismas. El requerimiento se entiende fácilmente, si no cumples con los valores indicados de, por ejemplo, destreza para usar una katana, harás mucho menos daño de lo esperado. El escalado de un arma se refiere a cuanto sube el daño de la misma por cada punto que subas en los atributos, es decir, que una arma que escala en C en destreza ganará mucho menos daño por punto en el atributo de Destreza que un arma con escalado S en destreza.

Además de este sistema de escalados en daño, tenemos al herrero, Andre, quien nos permitirá mejorar nuestras armas usando almas, la moneda de cambio en el juego y fragmentos de Titanita, un material extremadamente útil y que podremos encontrar matando ciertos enemigos y como botín en cadáveres de enemigos. Además de esto, Andre nos permitirá imbuir nuestras armas en distintos elementos, cambiando así su tipo de daño y reparar armas y armaduras que se desgastan con el uso, y comprar algunos materiales de mejora.

Además de esto, el combate de Dark Souls cuenta con un sistema de magias que diferencia entre los hechizos (que escalan con la inteligencia y usan los magos), los milagros (que escalan con la fe y usan los sacerdotes) y las piromancias (que no escalan con ningún atributo y usan los pirománticos).

El sistema de magias es simple, necesitaremos un hechizo equipado, que podremos colocar en las hogueras, nuestros lugares de descanso y que actuaran como checkpoints, donde recuperaremos nuestra salud y recargaremos nuestro frasco de estus, pero como punto negativo, resucitaremos a todos los enemigos de la zona que no sean bosses. Para usar un hechizo equipado necesitaremos un catalizador, que en su mayoría son bastones para los hechizos, campanas para los milagros y la llama de piromancia para las piromancias, aunque también hay talismanes y en contadas ocasiones, armas que pueden utilizarse como catalizadores. Al igual que con un RPG tradicional, los hechizos tendremos que equiparlos en espacios de hechizos que ganaremos subiendo el atributo aprendizaje, cuanto más subido lo tengas, más ranuras tendrías y cada conjuro ocupará una serie de ranuras, algunos solo una y otros hasta tres. En este primer título, nuestras magias tendrán usos limitados, que recargaremos simplemente al descansar en las hogueras, contrario al sistema de una barra de maná a la que estaríamos acostumbrados a otros títulos del género.

Dark Souls se basa en la exploración y el desconocimiento del jugador para basar su gameplay en una mecánica ensayo-error que aunque al principio pueda parecer abrumadora e incluso injusta, es algo que recompensa gratamente tus logros. La muerte no es más que una manera de aprender a esquivar un enemigo, una trampa o descubrir algo nuevo sobre una zona o un boss. Aunque al morir pierdas tus almas, tienes una segunda oportunidad, donde estés muerto, habrá una marca verde, si interactúas con ella recuperaras tu alma, pero si mueres sin recuperar las almas, las perderás de manera definitiva.

Además, en las zonas que exploramos podremos encontrar NPC’s que nos ayudarán, ya sea dándonos indicaciones, objetos, dejándonos acceder a pactos que nos otorgarán útiles recompensas o simplemente, sirviendo como mercaderes de objetos, armaduras, magias y demás cosas. Normalmente, tras interactuar con un NPC o hacer algunas acciones con ellos, como hablar con ellos en diferentes zonas o dejar que nos ayuden con un boss, avanzaremos en su historia personal y al final conseguiremos recompensas adicionales como hechizos, gestos o equipamiento único o, simplemente, que se traslade a Santuario de Enlace de Fuego.

El diseño sonoro del título es extremadamente curioso, salvo por el Santuario de Enlace de Fuego y las peleas contra los jefes, el título carece de banda sonora, por lo cual, solo escucharemos los efectos sonoros que crea el escenario asi como los pasos de nuestro personaje, su respiración, los ruidos de todos los enemigos y como no, el sonido de armas cortando carne y sangre fluyendo para empapar el suelo. Esta atmósfera te dará una mezcla, por lo menos a mi parecer, de dos sentimientos, absoluta soledad y una hostilidad constante de todo lo que te rodea. Todo aquello que no este muerto quiere matarte y aunque hay gente que puedes considerar aliados, sus verdaderas intenciones nunca son del todo claras para el jugador. En cuestión de las pocas canciones que hay en el título, la referente al Santuario de Enlace y los bosses, son piezas de música clásica, con presencias de coros que dan una gran sensación al escucharla y acompañan siempre a la personalidad y la manera de combatir de los enemigos.

En resumen, Dark Souls es una experiencia que recomiendo encarecidamente, podría tirarme páginas y páginas hablando de todo lo que lo hace especial y sin embargo, no podrás sentir lo mismo leyéndolo que jugándolo. Dark Souls es bueno en varios sentidos, es un gran RPG si no te interesa su historia, tiene una gran historia si tampoco te entusiasma su gameplay, una buena banda sonora si te gusta disfrutar de la música de los videjuegos y un sistema de combate flexible si te gusta innovar en estrategias para destruir a tus enemigos. Sin duda, se merece gran parte de la fama que tiene y, aún siendo el primero de la trilogía, cosa que hace que a la luz del resto de títulos o, simplemente, a la evolución de mecánicas, a día de hoy, parezca algo ortopédico o a medio cocer, pero aun así, sigue siendo una maravilla que todo fan de los Soulslike debería de probar, ya que, al fin y al cabo, sigue los pasos de Demons Souls y al igual que este, es un título de culto.

Adrián Álvarez

Integrador Social y apasionado de los videojuegos, Cofundador y redactor de Helgames y un amante de los Soulslike y Roguelikes.

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