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Análisis de Lords of The Fallen

Siempre te faltó temple, cruzado. Has fracasado

Hace unos años, concretamente en 2014, salió un juego llamado Lords of the Fallen. Un juego que pretendía competir con los aclamados Dark Souls. Lo cierto es que no terminó convenciendo y parecía que esa IP iba a morir como otras muchas, hasta que el año pasado, durante el Opening Night Live de la Gamescom, vimos su vuelta, esta vez en un proyecto mucho más ambicioso (desarrollado por HexWorks y distribuido por CI Games) que buscaba redimirse de los errores del anterior.

Hoy y 9 años desde la salida del original, hemos podido salir de dudas y ver qué hace bien y qué hace mal este título, que se convierte en un digno »soulslike» para los fans. El juego está disponible desde el día 13 de octubre para Xbox Series X|S, PS5 y PC. Acompañadnos en este análisis donde desgranamos cada punto.

Una premisa que resulta familiar

Lords of the Fallen nos transporta hasta un lugar donde el Dios Demonio Adyr, después de su derrota, se encuentra al borde de la resurrección milenios más tarde.  Tú serás un Cruzado de la Oscuridad, donde explorarás los reinos de los vivos y el los de los muertos (más adelante te hablo de eso). Esta es la premisa, simple pero efectiva, del juego.

Como en todo juego estilo souls, la historia se cuenta muy poco a poco, leyendo ítems y prestando atención al entorno. Si bien no parece lo más interesante del juego, he de reconocer que, gracias a su ambientación, sentía curiosidad por como se construía todo.

Reconozco que jugué muy poco a la anterior entrega y, si bien no es necesario jugarlo, el juego tiene ciertas conexiones con el anterior.

El juego destaca por sus bosses y arenas de combate

Un juego muy ambicioso

El sistema de combate y su gameplay nos recuerda, inevitablemente, a lo que vemos en los soulslike, con elementos de esquiva, ataque, defensa con escudo, golpes fuertes y débiles, además de una gran variedad de clases iniciales para dar forma a nuestro personaje.

Hay un total de 9 clases iniciales, una centrada en magias, otra prioriza la fuerza, otros destreza… Ahí ya entra el gusto de cada uno. Yo, por ejemplo, elegí la clase de caballero cruzado (y subía fuerza y vitalidad).

Es un juego donde moriremos mucho, algo que incita al jugador a mejorar y a prender cada ruta, enemigo o jefe final hasta dominarlo de manera perfecta. Esa sensación de victoria tras un duro combate o una zona complicada (que no son pocas zonas, precisamente) es de lo mejor que tiene el juego.

La exploración también es un punto fuerte del juego. En todo momento tienes ganas de descubrir que hay en cada rincón de cada zona (que están interconectadas de forma brillante). Desde bosques hasta cavernas y pantanos, cada uno lleno de secretos y desafíos. También debéis estar muy atentos porque el juego deja trampas, que si eres un poco despistado acabarás muerto en cuestión de segundos. Si bien el juego utiliza escenas de video para narrar la historia, a menudo, la falta de orientación puede generar confusión en cuanto a la dirección a seguir.

En el juego hay diversos biomas, desde nieve hasta lava, pasando por bosques otoñales

Como en todo buen juego de este estilo contaremos con las famosas »hogueras» esta vez serán como una especie de faroles llamados vestigios donde podremos subir de nivel o viajar hasta el que será nuestro punto de resguardo, un lugar donde los personajes ofrecen servicios esenciales, ya sea mejorar las curas, comprar a mercaderes, mejorar armas o (si buscas bien) encontrar secretos.

Cada vez que matemos un enemigo obtendremos vigor que servirá para subir de nivel y comprar, básicamente será nuestra moneda.

Para acabar con lo que refiere a la jugabilidad vamos a hablar de los enemigos. Hay muchos tipos de enemigos, pero en zonas finales se reutiliza mucho de los mismos enemigos, pero haciendo más daño y de bosses que vimos anteriormente, pero esta vez como enemigos normales, lo que eleva la dificultad. No se siente ni orgánico ni placentero lo que hace que al final nos pasemos esquivando enemigos en busca del siguiente vestigio lo más rápido posible. En muchos momentos se siente injusto por la cantidad de enemigos, se nota muy artificial.

Los jefes finales principales del juego son realmente buenos, algunos tienen demasiada vida, pero tanto los diseños como las arenas de combate son realmente buenas y un punto a destacar del juego. Cada uno supone un reto grande y vencerlos deja una sensación de victoria muy agradable.

Algunos diseños son realmente impresionantes

Entre dos mundos

Lords of the Fallen es más que un soulslike, tiene identidad propia y una de sus mecánicas principales es la posibilidad de andar entre dos mundos, os lo explico.

El juego presenta dos mundos superpuestos: Axiom y Umbral. Esta dualidad permite una experiencia de juego única, donde los dos mapas se solapan con diferencias ambientales. La exploración se ve recompensada con puzles que aprovechan esta mecánica, como atravesar un pantano peligroso en Axiom que está seco en Umbral. Esta característica añade profundidad al diseño de niveles y brinda una sensación de descubrimiento constante.

La existencia de Umbral no solo influye en la exploración, sino también en el combate y la narrativa, introduciendo estigmas que revelan fragmentos del pasado.

La transición entre Axiom y Umbral permite realizar acciones únicas, como exorcizar enemigos, revelar debilidades, y desbloquear rutas. La mecánica agrega profundidad y variedad al juego, pero en ciertos tramos, la dificultad aumenta de manera artificial, llevando a enfrentamientos con una cantidad excesiva de enemigos, lo que puede resultar frustrante.

Cuando estamos en el Umbral, que sería una versión del mundo más decadente, depresiva y más llena de enemigos, deja momentos injustos, donde hay muchísimos enemigos en la zona (lo que resiente el rendimiento).

En el umbral siempre correrá un grave peligro

Gráficamente imponente, técnicamente vergonzoso

El juego está hecho con el motor Unreal Engine 5. Ofrece paisajes visualmente impactantes, desde bosques corrompidos hasta hermosas catedrales en Axiom, y las perturbadoras paredes con cuerpos incrustados en Umbral.

En muchos momentos del juego realmente te quedas sorprendido por su diseño artístico y gráfico, momentos que quitan el hipo y que compiten de tú a tú a los juegos de Miyazaki. Sin embargo, un aspecto crítico se encuentra en el diseño de los enemigos básicos, que a veces parece carecer de originalidad y carisma.

 En cuanto a la banda sonora, Cris Velasco y Knut Avenstroup Haugen aportan su talento, destacando en momentos épicos y de acción (especialmente la banda sonora del menú, que me tiene enamorado), mientras que en la exploración predominan sonidos más ambientales. En este aspecto, LOTF cumple de manera sobresaliente.

Lo peor de todo, sin duda, es el apartado técnico. En consola, como la PS5 (donde lo he jugado), ofrece dos modos gráficos, uno enfocado en la calidad a 30 FPS y otro en el rendimiento a 60 FPS. Desde la última vez que lo he jugado el juego es un suspenso total en este apartado. He tenido bugs y múltiples crasheos, literalmente tuve que estar cuatro días sin poder avanzar en el juego porque un bug me hacía crashear el juego y hasta que no llegó el parche no pude avanzar. Si bien el último parche arregla muchos de esos fallos (y pude terminar el juego) el rendimiento sigue siendo malo incluso en modo 60 fps

Esperemos que lo sigan arreglando hasta que tenga el rendimiento que merece este juego.

El diseño artístico es realmente impresionante

Conclusión final

Lords of the Fallen ofrece una experiencia en el género soulslike con una premisa simple pero efectiva. El juego sigue muchas de las convenciones de los juegos Souls, con un sistema de combate táctico y clases iniciales que permiten a los jugadores personalizar su personaje. La exploración y la sensación de victoria tras superar desafíos son puntos fuertes, pero los problemas de diseño de niveles, como la distribución de enemigos en algunas áreas, pueden resultar frustrantes.

El juego cuenta con la posibilidad de jugar en cooperativo, lo que facilita las cosas si te quedas atascado, aunque hay que tener cuidado, pues te pueden invadir.

La característica más distintiva de Lords of the Fallen es la dualidad de los mundos, Axiom y Umbral, que añade profundidad al diseño de niveles y el combate, aunque a veces puede llevar a enfrentamientos desafiantes y una dificultad artificial. El juego se destaca por su diseño artístico impresionante, pero sufre de problemas técnicos en la versión de consola, lo que puede afectar negativamente la experiencia del jugador. En resumen, Lords of the Fallen ofrece una experiencia soulslike sólida, pero se ve empañada por problemas técnicos y algunas decisiones de diseño discutibles.

Gracias a Plaion por cedernos una clave para PlayStation 5.

Toni Galera

Director adjunto en HelGames. Me gusta Fable y Fallout, está siendo una época dura.

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