En una industria presidida por grandes producciones con narrativas titánicas y gráficos hiperrealistas, de vez en cuando (más de lo que en un primer momento podría parecer) es necesario un juego más acotado. Un juego clásico, de corta duración, que nos saque alguna que otra sonrisa y que no finja una ambición desmedida, inalcanzable.
Uno de esos juegos que me encantan jugar de vez en cuando para despejar la mente ante el ya conocido ‘fomo’ para jugar en tres ratos antes de dormir. Estoy hablando de Sunshine Manor, el nuevo título de retro-terror desarrollado por Fossil Games y publicado por Hound Picked Games.
Retro-terror pixel-art
Sunshine Manor es un título de terror de corte clásico con vista isométrica. Aunque la parte de terror se podría resumir en la aparición repentina de una criatura a lo largo y ancho de la mansión, por lo que creo que es el apartado que menos destacaría más que nada porque, al menos en mi caso, no consigue lo que propone. Pero si echamos un vistazo a otros apartados del título, la impresión cambia drásticamente.
El título nos pone en los zapatos de Ada, una niña pelirroja, con gafas y pecas, que, junto a sus amigas, se adentran en una antigua mansión, a priori abandonada. Ambientado en la década de los 80, en pleno día de Halloween, un terrorífico ente rapta a nuestras amigas y bloquea la salida de la Mansión Sunshine, antaño perteneciente a un famoso presentador del famoso programa «The Sunshine Hour«, que hizo un pacto con una entidad maligna para que su programa fuera un éxito y acabó matando a toda su familia, según una leyenda urbana.
Tras esto, Ada descubre que tiene unos extraños poderes con los que puede repeler a las criaturas malignas, por lo que, con la ayuda de diferentes espíritus atrapados en la mansión, planea rescatar a sus amigas y, de paso, liberar a los espíritus de su eterna prisión.
A lo largo y ancho de la mansión
En Sunshine Manor, debemos explorar la mansión con Ada para resolver una serie de acertijos, con una clara inspiración en el primer Resident Evil, mientras ubicamos a diferentes fantasmas a los que deberemos rescatar. La mansión oculta más de lo que parece, pues cada fantasma se encuentra prisionero por un demonio en una versión alternativa y deformada de la mansión. Es aquí donde el juego muestra su verdadero rostro.
Cada versión alternativa cuenta con su propia estética y diseño de niveles, convirtiendo el juego en un título de puzzles, combate o narrativo, por poner algunos ejemplos. En cada uno hay un fantasma que liberar y un demonio al que derrotar y cuentan con sus propias reglas. Eso sí, la estructura de la mansión siempre es la misma, situando las habitaciones, ahora distorsionadas, en los mismos emplazamientos, por lo que, al final, la terminamos memorizando fácilmente.
El desarrollo del juego sigue una serie de pasos que se repiten hasta el final. Estamos en la mansión y escuchamos algún ruido. Al encontrar la fuente de ese sonido, daremos con alguno de los fantasmas que pueblan la mansión (el servicio, miembros de la familia). Este nos encomendará una misión, ya sea traerle algo o hacer algo en específico, con lo que se dará cuenta de la situación en la que está y nos enviará a la versión alternativa de la mansión en la que está atrapado. Tras resolver esta sección, liberaremos al fantasma y este nos entregará un orbe, que necesitaremos para derrotar al gran ente que ha maldecido el lugar. Aunque siempre hay sorpresas, por ejemplo, nos perseguirá una criatura desde el primer minuto en el que entramos en la mansión que aparecerá desde las sombras y deberemos combatir haciendo uso de nuestra magia.
Pixel 8-bit y música retro
Sunshine Manor quiere ofrecernos una experiencia con reminiscencias de juegos de antaño, no solo en lo visual, sino también en todo su apartado sonoro, concretamente en su banda sonora. El título cuenta con unas animaciones bastante cuidadas y un apartado artístico tan entrañable (el perro que nos acompaña es un primor) como grotesco. Aunque tenga un aspecto que, de primeras, puede ser algo adorable, lo combina con escenarios y bestias grotescas, llenas de sangre, vísceras y otros elementos que no cuentan con una definición sencilla. Esta combinación ofrece estética que, al menos en mi caso, me ha encantado.
Por otra parte, todo el diseño de sonido se ha realizado con sumo cuidado. Los sonidos que vamos percibiendo por la mansión se escuchan en la lejanía y van cambiando a medida que nos acercamos a la fuente, ejerciendo de esta manera como una especie de brújula que seguir para acceder a la siguiente sección del juego, facilitando nuestra travesía. Como último, añadir que el juego cuenta con una excelente banda sonora que nos traen reminiscencias a John Carpenter y Tangerine Dream como bien señalan desde su página web. Cuenta con una gran variedad de pistas con las que disfrutar de las 5-6 horas que dura el título.
Conclusión final
Sunshine Manor es un título que no pretende deconstruir el género ni ofrecer nada nuevo que no hayamos visto antes, sino ofrecernos una aventura amena y divertida para pasar el rato. Es un juego que en realidad no hace nada de forma excelente, pero no cuenta con demasiadas pegas, por lo que se puede disfrutar gratamente de él. Dada su estética «amigable», es un título que puede ser jugado por gran parte del público, ya sean mayores o gente más joven, que quieran tener una experiencia de terror suave para adentrarse en el género tipo «Resident Evil».
Si estáis buscando un juego sencillo y disfrutón, Sunshine Manor es vuestro título. Saliendo a un precio bastante reducido (7,79 € en todas las plataformas), dada su duración y el presupuesto con el que cuenta, es altamente recomendable y seguro que sacará alguna sonrisa a más de uno, pues el título deja espacio al humor sarcástico de entre todas las calamidades que vive Ada, nuestra protagonista.
Sunshine Manor ya se encuentra disponible para PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch (donde se ha realizado este análisis) y PC.
