Análisis: Fobia – St. Dinfna Hotel

Está siendo un gran año para los amantes del género survival horror. La industria de nuestro hobby favorito, el cual nos deleita y entretiene a diario, nos ha brindado recientemente entregas muy apetecibles como pueden ser Insomnis u Oxide Room 104, entre otras destacables obras del estilo, que han recibido una buena acogida por parte de la comunidad de jugadores, y que aún disfrutan como niños pequeños de los juegos «de miedo».

A estas alturas, podemos afirmar que la nueva generación ya dispone de un catálogo considerablemente interesante para aquellos que quieran experimentar tensión con un mando en sus manos. Contando con diversas experiencias narrativas centradas en el mensaje o moraleja, haciéndonos reflexionar ideas muy interesantes durante las partidas, así como con otros juegos que incluyen en su gameplay algo más de acción para quienes que lo prefieran así.

Desarrollado por el estudio independiente, con sede en Brasil, Pulsatrix Studios y a su vez distribuido por Maximum Games y Tesura Games en España, llega a nuestros hogares un título que no pasará desapercibido. Es hora de hablar de Fobia – St. Dinfna Hotel, un videojuego con el que, una vez más, el terror se apoderará de nosotros, disponible para PC (Steam) y que ya cuenta con su formato físico para consolas PlayStation y Xbox. Una historia donde un periodista viajará en busca de una buena exclusiva, hospedándose en el lujoso hotel St. Dinfna, donde pasará la noche más larga y terrorífica de su vida… ¿Estáis preparados para acompañarle?

Un survival horror como los de antes

Es totalmente necesario comenzar destacando que Fobia – St. Dinfna Hotel plantea un estilo tradicional del género de terror, que sobresale por su misteriosa y sombría ambientación. Es justo este punto lo que más ha convencido, al menos en lo personal, de este juego. Los de Pulsatrix Studios han dado con la tecla, utilizando los recursos que ya se explotaron en el pasado y que vuelven de forma totalmente rejuvenecida para la generación actual.

Es de agradecer que empleen la misma receta que antaño ya saboreábamos en otros videojuegos de alto prestigio como pudieran ser Resident Evil, Alone in the Dark o Silent Hill. Hablamos de escenarios enrevesados, acompañados de numerosos puzles y acertijos (algunos de ellos bastante complejos), que nos llevarán a experimentar largas rachas de exploración en el hotel en cuestión, infestado de criaturas espantosas. Nos veremos obligados a investigar para encontrar pistas y secretos, además de tener que gestionar sabiamente los recursos así como los objetos que utilizaremos para resolver determinados rompecabezas. Sin lugar a dudas, nos encontramos ante una verdadera experiencia «de papel y boli» con la que muchos encontrarán ciertas similitudes a aquella maravillosa primera entrega de Resident Evil, donde desafiábamos los peligros de la Mansión Spencer.

En cuanto a los enemigos, el videojuego de la desarrolladora brasileña presenta unos monstruos que bien recuerdan a los que ya enfrentábamos años atrás. Unos seres grotescos que, a pesar de su aspecto de lo más intimidante, son relativamente sencillos de superar debido a su lentitud al caminar. A pesar de ello, puede haber más de una sorpresa si nos situamos demasiado cerca de ellos, ya que resultan muy agresivos si no mantenemos las distancias, pudiendo atacarnos con rapidez, causando mucho daño al protagonista de esta historia. Es por ello que siempre convendrá alejarnos de estos enemigos y ser pacientes e inteligentes a la hora de combatir.

También nos perseguirá, en ciertos momentos de la trama, un misterioso personaje que recuerda a Mr. X de Resident Evil 2. No es sabio enfrentarle de forma directa, aunque será fácil alejarnos de él, pero debemos tener extremo cuidado en las zonas más estrechas del hotel, donde perderemos la batalla contra este imponente enemigo. En esas ocasiones será recomendable hacer uso de la escopeta y apuntarle bien a la cabeza para conseguir que se arrodille aturdido. Esto nos dará los segundos suficientes para poder escapar de sus garras. Además de este entrañable señor, encontraremos perturbadores jefazos, bastante exigentes si no medimos bien nuestros recursos contra ellos. No son los villanos más memorables, pero cumplen con su cometido.

Un gameplay muy completo

Este juego reúne de forma excelente muchos puntos bien desarrollados que hacen que la jugabilidad sea de lo más disfrutable. Partimos de que los diseños del hotel, así como del resto de escenarios, están bien cuidados y, concretamente, la pensión posee unas características que lo convierten en un entorno muy divertido e interesante. En el, encontraremos hasta 8 plantas por explorar, además del sótano. En cada planta, nos esperan otro buen número de habitaciones, algunas cerradas y otras abiertas, a las que podremos acceder resolviendo los rompecabezas que nos plantee el videojuego.

Dentro de cada habitación, por norma, hallaremos diversos puzles para resolver, como cajas protegidas por contraseñas o candados con combinaciones numéricas, acertijos visuales donde, en ocasiones, tendremos que hacer uso del modo nocturno de la cámara de video, obligados a prestar atención al entorno y algunos otros como colocar ciertos objetos en algún punto concreto, tableros de ajedrez, etc. Gran variedad en este aspecto, un verdadero deleite que nos recuerda a juegos pasados, que nos hicieron comernos la cabeza, pero que tanto nos gustan. Tampoco se olvidan de incluir objetos para inspeccionar, combinaciones entre los mismos o el permitirnos descartar alguno que otro para hacer hueco en el apretado inventario.

Los escenarios no son abrumadores en cuanto al espacio por recorrer, pero están diseñados para que la exploración sea gratificante, obligándonos a volver a muchas zonas que hayamos visitado previamente y a tener que hacer anotaciones para no olvidarnos de nada. Un detalle curioso, al igual que en otros clásicos del género, es que encontraremos salas seguras con un baúles de almacenamiento, donde podemos depositar objetos para liberar espacio en el inventario. En dichas salas hallaremos relojes de cuco como puntos de guardado manuales.

Algo que ya se ha citado, y que también cabe destacar, es la mecánica de la cámara con visión nocturna. No esperéis que su uso sea tan explotado como en otros títulos. En esta ocasión, nuestra herramienta no solo servirá para mejorar la visión en zonas oscuras, sino que además, será clave para captar los secretos ocultos en la realidad paralela que este juego nos plantea. Si estás atascado y no sabes cómo avanzar quizá necesites hacer uso de ella, ya que en la otra realidad ciertos elementos son diferentes a lo que apreciamos de forma cotidiana y en ocasiones será totalmente necesario el uso de la cámara para poder avanzar por puertas o zonas que no percibiremos naturalmente. Cuando la activamos algunos de los escenarios cambian, presentando un aspecto más tenebroso y extravagante, a veces con características similares a las que nos hacían tener pesadillas en Silent Hill. Este sistema funciona, dando pie a mejorar la exploración de cada rincón. A su favor, añadiré que las pilas no se gastan (batería ilimitada), lo cual es de agradecer.

Otro aspecto a señalar, en cuanto a los combates, afirmo que aportan tensión para complementar la aventura y la exploración, aunque no se abusa de ellos, ni mucho menos. La acción está justificada en este contexto y se hace necesaria en algunos momentos durante el gameplay, completando la experiencia de Fobia – St. Dinfna Hotel. No son muy frecuentes y es un acierto, a gusto personal. Aun así, el juego nos brinda variedad de armas, pudiendo mejorarlas y obligándonos a elegir entre ellas a la hora de organizar nuestro inventario, que comienza siendo muy ajustado, aunque podemos ampliarlo poco a poco durante la aventura. Pero reitero que no estamos ante un juego «de disparos» sino ante un gran survival horror que juega muy bien cada una de sus cartas, dando como resultado un muy buen producto final.

Conclusión final

Como conclusión, recalco que Fobia – St. Dinfna Hotel nos hará revivir algunos de los buenos recuerdos que guardamos en nuestra memoria de nuestra infancia (o del pasado) en un gameplay moderno y actualizado para esta generación. Esto será posible durante el transcurso de una noche en ese hotel maldito, el St. Dinfna, donde nuestro protagonista decidió alojarse. ¿Cuál es el oscuro secreto que se esconde en este lugar? ¿Quién es el villano de esta historia? A pesar de que el protagonista no dará crédito a la situación en la que estará comprometido, a lo largo del juego encontraremos algunos documentos que aportarán valiosa información, totalmente necesaria para comprender qué está pasando en esa morada.

A opinión personal, añado que me ha parecido de lo mejor que he jugado del género de terror en esta generación. Sin lugar a dudas, esta entrega cumple con lo que pretende plantear, es un título que funciona a la perfección, un videojuego completo que combina todos los elementos necesarios para convertirse en un survival horror memorable.

Los escenarios son muy variables, ya que nos irán abriendo y cerrando los caminos conforme avancemos, además de que podremos acceder a algunos de ellos únicamente mediante el uso de nuestra cámara de video, aportando así un estilo interesante que recuerda, en cierto modo, a Outlast. En cada uno de ellos, encontraremos distintos puzles así como objetos para poder avanzar, siendo algunos de esos puzles bastante complejos, aunque sin llegar desquiciar a causa de su dificultad. Un resultado atractivo para aquellos que estén acostumbrados a los escape rooms o juegos con dichas mecánicas

Nos encontramos frente a una completísima aventura, que posee un apartado artístico satisfactorio a la vista, recordándonos, a los más nostálgicos, a la ya citada Mansión Spencer de Resident Evil. Como añadido, puedo asegurar que jugarlo en PS5 es una grata experiencia y estoy convencido de que vais a alucinar con el gran trabajo desarrollado por Pulsatrix Studios, ya que este juego no solo se ve muy bien, sino que además se juega y se disfruta de igual forma.