No todo es color gris
Hoy os traemos el análisis de lo nuevo de ManaVoid Entertaiment, Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan, distribuido por Skybound Games, que desde aquí le agradecemos la key proporcionada para este análisis. Antes de comenzar, cabe mencionar que, hemos jugado a la versión de Steam del juego. Sin más dilación, empecemos.
Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan trata sobre nuestre protagonista Billy, que vive con sus amigos en el mundo de la imaginación, donde podremos encontrar criaturas coloridas y felices. Un día, el dragón Leviatán, se cansa de la felicidad y los colores del mundo y ejecuta su magia a través de una maldición que absorbe todos los colores existentes del entorno, dejándolo todo de color gris y de un tono melancólico. Tras esto, Billy huye en su barco llamado Mi-Amiga y consigue escapar de la maldición de Leviatán.
Tras encontrarse con una caña de pescar parlante llamada Rodrigo, descubre en una cueva un mural en el que se puede ver una profecía. Al obtener los tres núcleos de color, podrá devolverse los colores a los diferentes mundos y derrotar a Leviatán. Durante la aventura, podremos conocer a diversas criaturas afectadas por la maldición, las cuales se unirán a tu grupo para poder devolver todo a la normalidad, más algunos personajes que conocerás y te acompañaran en diferentes puntos de la aventura.
Básicamente, ese es un resumen de su propuesta argumental, pero donde más brilla es en su jugabilidad. Un apartado que se puede dividir en dos vertientes: la exploración y el ámbito RPG.
Exploración: El juego nos proporciona 4 mundos con diferentes islas en su interior. Mediante Mí-Amiga, podremos navegar para llegar a los diferentes puertos de las diferentes islas, teniendo cuidado para no gastar todo nuestro combustible, el cual podremos rellenar en las mismas islas tras haber devuelto su color. A lo largo de la historia, podremos desbloquear más combustible para nuestro barco y así poder llegar a sitios que antes no podíamos. En estas islas, además, podremos encontrar monedas y completar puzles para poder llegar a la criatura la cual deberemos devolverle los colores.
En cuanto a las herramientas que podremos tener. Nos encontramos con Rodrigo, nuestra caña de pescar parlante podrá obtener cuatro utilidades en el juego. Podremos golpear diferentes objetos y obstáculos, excavar pequeños pozos de arena que habrá en los escenarios, también podremos usarlo como un gancho con globos azules repartidos en las islas y, cómo no, también podemos utilizar la habilidad de planear pudiendo usar ráfagas de viento para llegar a sitios que no se pueden llegar de forma normal.
Los puzles que encontraremos no serán demasiado difíciles. Estos irán desde pegar cocos para que rompan y formen nuevos caminos a usar sombras para poder realizar patrones específicos y así activar puertas. También deberemos encontrar unas criaturas llamadas pensamientos negativos, que estarán repartidas por todo los sitios posibles y servirán para desbloquear nuevas mejoras y coleccionables del juego.
Rpg: El sistema que presenta Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan está acorde al tono del juego. Al encontrarnos con una criatura originaremos una confrontación, esta se basará en Hablar con la criatura para ver cuáles son sus defectos y así poder ayudarles. Al elegir bien la respuesta, arriba del monstruo se podrán ver los colores que necesitaremos para que pueda unirse a nuestro elenco de criaturas. En total, podremos contar con 61 criaturas repartidas en los mundos de Rainbow Billy. Cada amigo tendrá tres diferentes colores, pero hay que subirlos de nivel (siendo el nivel máximo el 3) para poder desbloquear los otros dos colores restantes y su pasiva para futuras confrontaciones. Gracias a objetos que podremos encontrar y golosinas en forma de pez podremos subir de nivel a nuestros amigos.
¿Cómo podremos usar a nuestros amigos? Pues en cada turno se nos repartirán nuestras criaturas en forma de tazos, teniendo movimientos limitados por turno. Tendremos que pensar la mejor estrategia a la hora de posicionar a nuestros amigos para conseguir las mejores combinaciones de colores y poder solucionar las confrontaciones. La pelea acabará cuando se nos acabe la moral (nuestra barra de vida) o hayamos podido devolver los colores a los enemigos. Ya con nuestras criaturas posicionadas, es la hora de realizar un minijuego para ver si podemos usar los colores que hemos puesto, cada criatura tendrá un minijuego diferente y solo se realizará el minijuego de la criatura que va primero en la fila.
Gráficamente no es algo excepcional, pero no creo que sea un inconveniente. Donde destaca más es en su diseño, siendo particular y original, tratándose de un juego en 2,5D. Para ser más correctos, los personajes 2D se mueven en escenarios 3D. Gracias a esto, el juego tiene un estilo refrescante y bonito que te entra fácil en los ojos, y los diseños de personajes, como la de nuestras criaturas, los hacen fácilmente reconocibles. En cuanto a los mundos que hay, puedo decir que son simples y efectivos. Teniendo Dinolandia, el Mundo escalofrío, el Puerto hundido y el Santuario del yo, cada uno siendo diferente al otro y bien diseñados, sin caer en la repetitividad en la forma en la que están hechas las islas del mundo correspondiente.
Además, los objetivos de cada mundo serán diferentes. En Dinolandia tendremos que recuperar dos objetos especiales para poder subir a lo alto del volcán y hablar con Dragalant (el boss del mundo) para que nos den el núcleo rojo. En el Puerto hundido tendremos que recuperar los instrumentos de una banda para que puedan a volver a tocar en el restaurante que se encuentra ahí. Y en el Santuario del yo necesitaremos conectar los tres haces de luz para que la pirámide pueda iluminarse de nuevo.
Al principio, nos podremos encontrar a diversos personajes en nuestra aventura. En Dinolandia tenemos a Fernie (un pato aventurero que, a decir verdad, no nos ayuda mucho y es más como un alivio cómico) y Becky (una ladrona que quiere el tesoro de la isla). En Escalofrío tenemos a Tentáculos Joe (un esqueleto tímido que necesitará nuestra ayuda para poder llegar a un lugar en específico). En el Puerto Hundido conoceremos al personal de un local que se encuentra ahí. Y en el Santuario del Yo podremos hablar con la madre prisma (una tortuga anciana que aconsejara a Billy sobre su verdadero yo). Y no solo nos podemos quedar con estos personajes, las criaturas que nos acompañan también tienen su propia historia, y cada vez que les ofreces un objeto en específico y les subes de nivel, puedes conocer más sobre ellos.
La música no es que sea demasiado destacable, pero hay que reconocer que han hecho un buen trabajo con temas relajantes y característicos de cada mundo, logrando así una buena y bonita experiencia a la hora de jugar. Yo me quedo con los coros que puedes encontrarte en el Puerto Hundido.
La dificultad del título no ha sido importante. He jugado al juego en modo difícil y no me ha representado ningún inconveniente. Solo tuve complicaciones con algún minijuego porque tengo que reconocer que hay algunos que no me gustaba usar, pero ese detalle es más una puntualización personal que otra cosa. Y, también, cabe destacar que, es un juego que no te obliga a realizar algún esfuerzo brusco, además de que puedes dejar el juego y retomarlo cuando quieras, gracias al sistema de autoguardado, que es un muy buen punto a favor.
Ya para acabar, quería realizar una reflexión sobre el mensaje del juego. Esta parte contendrá SPOILERS, así que, si no quieres saber nada sobre el final, sáltate el siguiente párrafo hasta el encabezado titulado «-FUERA DE SPOILERS-«.
-ALERTA SPOILERS-
Como ya habéis leído al principio del texto, he usado el lenguaje inclusivo a la hora de referirnos a Billy, podríamos asumir que nuestre protagonista es de género no binario. Esto es una buena noticia, ya que sirve para dar más representación de la comunidad LGTBI+, y esto no afecta en ningún aspecto a la experiencia de juego. El tema que quiero tratar es el de la verdadera historia de este juego. Tras completar la historia, saltan los créditos como siempre, ahí podremos ver una ronda de fotos que irán pasando poco a poco por la pantalla, estas nos desvelan el verdadero significado de la historia. Todo el mundo de la imaginación es una idea de como Billy ve el mundo real, acompañado de su perrito (representación de la primera criatura Giro). También vemos como descubierto por su padre (Leviatán) en su habitación pintándose las uñas (los tres núcleos de color son pintaúñas), esta escena hace enfadar a su padre, que le quita sus juguetes y lo manda con su tío (Dragalant) para que le pueda hacer un hombre de verdad. Ahí, Billy conoce otros dos niños (Fernie y Becky) con los que juega y además pasa un buen rato con su tío, el cual lo acepta como es. Después, al ver que la estancia con su hermano no ha servido, Billy es mandado a hablar con una psicóloga (Calipso). En la sala de espera conoce a un chico tímido (Tentáculos Joe) que le cuenta sus problemas y se empiezan a llevar bien. Después de hablar con la psicóloga, esta le da su apoyo. Días después, Billy va a comprar unas flores y ahí conoce una anciana (Madre Prisma). Tras una conversación sobre aceptarse así mismo (hablan sobre Billy oscuro), decide visitar la tumba de su difunta madre con su padre. Ya en una cena, por fin Billy se planta delante de su padre y discuten hasta que el padre se da cuenta de como de verdad es su hije. Esa es la verdadera historia de este juego, un viaje de aceptación en sí mismo, de amistad, de dar segundas oportunidades y de ayudar a los que más lo necesitan y en peor estado están.
-FUERA DE SPOILERS-
Ya para terminar, solo tengo que decir que me ha encantado el juego. Es sencillo, divertido, alegre y puedes pasártelo sin problemas en tres tardes, aunque yo he tardado más debido a mis ansias de explorar todo lo posible, esto ha ralentizado mi viaje. Aunque no os lo toméis tan en serio. El ver los escenarios como están hechos, el estilo 2,5D y el contenido RPG me recordó un poco al Paper Mario: The Thousand-Year Door. Recomiendo este juego para la gente que solo quiere una buena experiencia, sin presiones ni demasiadas dificultades. Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan está disponible para PC, PS4, Xbox One y Nintendo Switch por un precio de 24,99 €.