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Análisis: Royal Frontier

Royal Frontier es la nueva aventura desarrollada por Woblyware y editada por Ratalaika Games. Se trata de un título que entra por los ojos y da unas primeras impresiones de ser una propuesta interesante. En este análisis, realizado con una versión de Steam, veremos si realmente consigue mantener el nivel.

Las dificultades del viaje

La premisa resulta sencilla. Un grupo de viajeros se dirigen a una ciudad minera en busca de riquezas, pero el camino es peligroso y han recurrido a ti para protegerles. Si consigues que los viajeros lleguen a su destino sano y salvos, será una victoria para tu historial, si fallas, la caravana será saqueada.

Tiene muchos aspectos positivos, pero no es oro todo lo que reluce.

Así, en Royal Frontier nos encontramos con un juego de estrategia y combate por turnos, con toques de roguelike y un estilo pixel-art bastante agradable. Al principio del viaje, tendrás que elegir a tres aventureros que protegerán la caravana. Al principio del juego solo tendrás a los tres primeros, pero se pueden desbloquear más jugando. Del mismo modo, deberás seleccionar tres bendiciones que dan distintas ventajas, y ahí es donde empezará el auténtico juego.

Podremos elegir tres caminos distintos, al comenzar el viaje, que contienen algunas intersecciones y desembocan en una misma casilla de jefe al final. El viaje se compone de 45 días, en cada uno de estos avanzaremos una casilla en el mapa y nos encontraremos con algo distinto dependiendo de la casilla que nos encontremos. En total, se repetirá este patrón tres veces en los tres capítulos en los que se divide el viaje. Los caminos se generan aleatoriamente en cada viaje nuevo. Las casillas determinan qué nos encontraremos en cada día del viaje entre: combate, evento aleatorio, tesoro, aldea, jefe y tienda. Cuando completes el día 45, habrás llegado finalmente a tu destino y ahí terminará la partida.

Clásico sistema de casillas y clásico sistema de combate.

Combate para no morir en el proceso

La parte más importante del viaje son los combates. Aplicado en el sistema de combate por turnos clásico, nuestros tres aventureros se enfrentan a distintos peligros que acechan. Durante tu turno, cada uno de los personajes podrán atacar, gastar maná para utilizar una habilidad, o usar un objeto consumible. Cuando todos hayan realizado su acción, será el turno de los enemigos, y vuelta a empezar. Las estadísticas y las habilidades de cada aventurero dependerá de la clase que hayamos escogido. Así, el mago podrá lanzar una bola de fuego, mientras que el guerrero puede ejecutar ataques que causen aturdimiento, y el clérigo tendrá la capacidad de lanzar un hechizo de curación.

Cuando todos los enemigos hayan sido derrotados, los aventureros que sigan en pie ganarán experiencia y dinero. Con el dinero podrás comprar los objetos que haya disponibles en las tiendas cuando pases por una. La experiencia hará que los aventureros suban de nivel. Cuando esto pase, podrás escoger una opción entre tres para mejorar: su vida, su maná, su ataque, o su defensa en una cantidad aleatoria de puntos. Habrá niveles específicos en los que, en lugar de mejorar sus características, aprenderán una nueva habilidad.

Cada vez que vayas a realizar un ataque o una habilidad, y cada vez que seamos atacados por los enemigos, tendremos que hacer un simple quick time event para reducir el daño recibido, o poder realizar nosotros más daño. Esto puede resultar molesto para algunas personas, pero no resulta complejo una vez que te acostumbras.

Los objetos y el equipamiento que encontremos durante el viaje nos ayudarán a mejorar las aptitudes de nuestros personajes. Cada personaje puede equiparse un arma, una armadura y un complemento. Las armas y las armaduras son específicas de cada clase, y el equipamiento que consigamos durante el camino siempre será compatible con alguno de nuestros aventureros. Los complementos otorgan beneficios muy distintos (ganar vida o maná cada día, mejorar una característica o una habilidad…), y los objetos consumibles también van desde poder hacer daño hasta a algunas mejoras temporales de las características de todo tu equipo.

Un viaje más corto de lo esperado

Esa es prácticamente la totalidad del funcionamiento de Royal Frontier. Según avancemos en el viaje, desbloquearemos más personajes para futuros intentos, y al final de cada uno recibiremos una cantidad de experiencia que nos amplía la cantidad de bendiciones disponibles, añadiendo cada vez bendiciones más poderosas. Pero eso es todo lo que hay. Hay un total de seis aventureros, teniendo en cuenta que necesitas a tres para empezar una partida, el número se siente un poco escaso.

En general, el juego se siente escaso. Escueto. El equipamiento que consigas siempre sigue un orden de más débil a más poderoso, y pude completar el viaje por primera vez a las 2 horas de juego, tras varios intentos. Es parte de su toque de roguelike completar partidas varias veces, pero no existe ningún incentivo para volver a hacerlo, además de conseguir más bendiciones que te faciliten el repetir el mismo proceso más veces.

Quizás esta falta de contenido sea su mayor problema. Futuras actualizaciones que amplíen la cantidad de aventureros, enemigos, modos de juego o historia serían muy bien recibidas. También es necesario dar incentivos para completar el juego más veces, y así encontrar razones para seguir jugando tras el par de horas que puedes tardar en completarlo. Una vez ese problema esté arreglado, podría recomendar el título sin duda alguna.

Otro gran problema son los controles. El juego no está diseñado para jugarse con teclado, sino con mando o como con la pantalla de un móvil. Las teclas son incómodas y no reconoce el uso de ratón. Algo que, si se arreglase, mejoraría el juego en gran medida. Respecto a los bugs, me he encontrado con un par de ellos, pero nada que no permita continuar con la partida con normalidad.

La falta de variedad es su mayor problema.

¿El destino del viaje?

En resumidas cuentas, Royal Frontier es un juego de estrategia y combate por turnos al estilo roguelike, con una importante falta de variedad. El apartado artístico, con su estilo pixel-art, es una de sus mejores bazas, aunque la banda sonora no es especialmente destacable. Una actualización de contenido haría que Royal Frontier pasase de ser un juego con potencial a un muy buen juego. Hasta entonces no podría recomendar en demasía este título.

Royal Frontier está disponible para PC (en Steam), Xbox, PlayStation y Nintendo Switch.

Ernesto Fernández

Un fan más de los videojuegos que aprovecha su tiempo libre para escribir alguna que otra cosa.

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