Vacaciones de verano para mí, caminando por la arena junto a ti
Shin’en Multimedia es el estudio responsable de esta obra. The Touryst es una aventura de puzles y plataformas muy simpática, con un apartado artístico pixel art muy bonito y preciosista. El juego está disponible en Nintendo Switch, Xbox One, Xbox Series X|S y PC con un precio de salida de 19,99 €, aunque también está disponible en Xbox Game Pass, tanto en el de consola como en el de PC.
Para empezar y antes de meternos 100% en el juego, quiero hablar de su apartado gráfico. El juego tiene un estilo artístico que funciona realmente bien y que tiene personalidad, especialmente por la forma que tiene de recrear todo, la arena, agua, fuego, lluvia etc. Además, se ve realmente bien en Xbox Series X (la plataforma donde lo he jugado), es un título totalmente optimizado para la nueva generación permitiendo una resolución de 6K (sí, 6K).
El título nos suelta en mitad de una isla turística sin un vídeo de introducción, realmente pensaba que era un juego simplemente de pasear por una isla, y para nada, el juego es más complejo de lo que parecía a primera vista. He de reconocer que si no fuera por el Xbox Game Pass en mi vida lo hubiese tocado, y si traigo el análisis es por algo, claramente.
La sensación de descubrimiento y progresión que transmite es algo que me ha encantado, ya que todo se siente como un gigantesco puzzle que debemos resolver por nuestra cuenta, sin mostrar nada de tutoriales o pistas, solamente la que dejan los demás turistas que vamos conociendo (uno de ellos podría ser Diego Armando Maradona). Por supuesto, también tendréis que prestar mucha atención a vuestro alrededor, memorizar lugares y pensar para avanzar en el juego (aunque he de reconocer que el juego es relativamente fácil).
Tras resolver el primer puzzle, descubriremos que nuestro objetivo final será visitar diferentes islas para descubrir los secretos que hay en sus monumentos. Por un lado tenemos la exploración de estos destinos turísticos, donde nos encargarán pequeñas misiones, encontraremos varios minijuegos y deberemos resolver rompecabezas integrados con el entorno (resueltos de una forma muy satisfactoria), encontrar ingredientes para hacer un zumo tropical, mejorar una fiesta para poner a todos los invitados felices para que bailen, hacer fotos a los monumentos y más. Eso es solo una pequeña porción de todas las pequeñas misiones que podemos hacer en los distintos mapas del juego. Eso sí, a las islas les falta algo de «vida», ya que se sienten un tanto vacías.
Por otra parte, y dejando de lado la diversión de un turista cuarentón, las «mazmorras», el interior de los monumentos, donde las cosas se vuelven más difíciles y, en ocasiones, muy frustrantes. Aquí simplemente deberemos superar varias salas. El juego ni mucho menos es perfecto y, lamentablemente, en lo más importante es donde creo que falla. La posición de la cámara no es cómoda y dificulta enormemente el cálculo de las distancias y los saltos, lo que resulta muy frustrante y molesto. Esta se puede mover, pero no lo suficiente, algo que molesta aún más por unos controles que son traicioneros a la hora de realizar acciones. Por si no fuese suficiente, algunas salas y algunos bosses tienen un diseño muy regulero y mal planteado, convirtiendo a estas partes en el punto menos disfrutable e inspirado del juego, especialmente en la segunda mitad del título.
Tampoco se trata de una aventura larga y puede ser completada perfectamente en unas cuatro horas, quizás una o dos horas más si buscamos el 100%. Me gustaría recalcar que el juego no es nada rejugable, y que una vez te lo pasas no hay ningún motivo para volver. No había mencionado la banda sonora, pero realmente no hay mucho que decir, es casi inexistente y no es nada emblemática, cumple lo justo, pero sin más.
The Touryst es una aventura muy divertida, tiene buenas ideas y la mayoría funcionan, pero se han quedado cortos en algunas cosas. La exploración de las islas es muy amena, hay muy buenos minijuegos (algunas en recreativas) bien llevados y hay ciertos puzzles muy buenos porque son orgánicos y bien integrados, ya que están con el entorno y con la temática vacacional, pero eso no puede disimular lo mal diseñadas que están algunas cosas ni lo corto que se hace. Sin embargo, si buscas pasar un buen rato con algo ligeramente diferente, único y ameno, no dudaría en darle un tiento.