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La evolución de la cultura de los logros en los videojuegos

En el pasado se usaba la dificultad para alargar la duración de los juegos, hoy en día se utilizan los logros

Cuando jugamos a algún juego casi siempre damos por hecho que el juego tiene una lista de logros o trofeos, y eso es algo normal, ya que la mayoría de los juegos incluyen una, pero esto no ha sido siempre así.

Si bien muchos juegos en el pasado incluían algún sistema similar, ya fuera una lista de progreso o de desafíos que servía para llevar la cuenta de lo completado del juego; o una barra de puntuación, en el caso de arcades, para comparar las distintas puntuaciones de los jugadores. Los logros como tal aparecieron con la llegada de la Xbox 360, donde cada juego tenía una serie de logros por desbloquear que se iban acumulando en un contador en la cuenta de la persona que los consiguiera, de forma que fueran visibles para el resto de usuarios que vieran su perfil.

El sistema de logros tuvo tanta popularidad que, hoy en día, la mayoría de plataformas cuentan con algún sistema que los incluye de alguna manera.

En un principio fue implementado para aumentar las horas de juego, ya que si buscamos conseguir todos los logros o trofeos de un juego tenemos que hacer bastantes más cosas que completar la historia, y sustituye a la mecánica de aumentar la dificultad de los juegos más antiguos para que duraran más de dos horas; además, son bastante útiles para los desarrolladores para poder hacerse una idea de como son muchos aspectos del juego desde el punto de vista de los jugadores; por ejemplo, durante el desarrollo de XCOM 2, los desarrolladores vieron los comentarios de los jugadores sobre el primer título de la saga y cuantos de ellos habían conseguido el final bueno a la primera observando cuantos de ellos tenían el logro desbloqueado.

Como era de esperar, esta estrategia acabó funcionando de maravilla, ya que siempre es más apetecible hacer algo si luego hay algún tipo de recompensa, incluso la notificación de haber conseguido un logro y saber que eso aumenta nuestro nivel de logros o trofeos es más que suficiente para que, muchas veces, busquemos conseguirlos activamente, hasta el punto de que hemos adoptado la cultura de los logros por completo. Ahora, a la hora de buscar cualquier cosa sobre ellos siempre se encuentran cosas como tops de los logros más difíciles, o los más raros o los más fáciles de conseguir, porque nos interesan los logros, y nos gusta obtenerlos.

Es por eso que no es raro ver personas que se dedican a coleccionar logros, especialmente lo que conocemos como conseguir el 100% o el platino de un juego, que es conseguir todos y cada uno de los logros de un juego en concreto.

Hay auténticos coleccionistas de logros que se dedican a conseguirlos todos, o al menos muchos.

Es por ello que hay una gran cantidad de videos y artículos en internet sobre juegos cuyo 100% es fácil de conseguir, para aumentar el contador y es que siendo sinceros, es bastante satisfactorio ver como crece la lista de logros. Por no hablar de ese sentimiento de morbo de ver el nivel de trofeos o de logros de los demás y compararlos al tuyo que puede incluso llegar a ser una competición entre amigos para ver quién consigue más, lo que fomenta aún más el jugar más juegos por desbloquear sus logros.

Desde otro punto de vista, el 100% o platino de un juego es haber hecho todo lo que los desarrolladores tienen preparado para ti, el haber exprimido todo el jugo posible del juego. Y esta es la manera que tiene mucha gente para aprovechar al máximo un juego que les haya gustado bastante.

Habiendo hablado sobre como vemos los logros, vamos a verlos más en profundidad. Y es que como ya mencioné, hay una cantidad enorme de logros distintos: algunos metidos para hacer el paripé, como los logros de la historia, de los coleccionables y las dificultades; hay otros que resultan difíciles porque te piden realizar alguna hazaña más complicada; o logros ocultos por desbloquear cosas secretas o »easter eggs»… Y clasificarlos a veces es complicado, pues hay una gran variedad. Tenemos logros que requieren de mucha habilidad e incluso pueden suponer un reto para los jugadores más veteranos, como pueden ser algunos de la saga de Resident Evil que requieren completar el juego utilizando el baúl de objetos un número concreto de veces, lo que limita mucho la posibilidad de administrar tus objetos del inventario; o algunos trofeos de la segunda entrega de Outlast en las que hay que completar el juego sin esconderse o sin cambiar la pila de la cámara; cosa que no es para nada fácil.

También existen trofeos que directamente son tediosos de conseguir. La idea de los logros es plantear retos , pero muchos en vez de retar al jugador lo hacen enfrentarse a tareas repetitivas, basadas en la aleatoriedad o a las que haya que dedicar mucho tiempo. Por ejemplo, en Monster Hunter World según el tamaño del monstruo que caces, se le puede asignar una corona, y este tamaño es totalmente aleatorio, por lo que para conseguir el logro de obtener todas las coronas de oro de todos los monstruos hay que cazarlos una y otra vez hasta que haya suerte; o algunos de la lista de Garry’s Mod donde hay que invertir cantidades astronómicas de horas.

En algunos logros lo complicado es tener la paciencia suficiente para conseguirlos

Pero en general, el sistema de logros es uno muy bien implementado, un gran complemento para los juegos y que ha venido para quedarse por bastante tiempo, ya que solo aportan cosas positivas a los títulos. Si un buen juego tiene un mal sistema de logros no deja de ser un juego bueno, y si tiene uno bueno, con logros que de verdad hagan de la experiencia una más entretenida, pues mejor todavía. Así que apreciemos que los logros están ahí para adornar un poco más nuestra experiencia.

Ernesto Fernández

Un fan más de los videojuegos que aprovecha su tiempo libre para escribir alguna que otra cosa.

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