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La evolución de la saga Assassin’s Creed

Repasaremos la evolución de la saga y cómo debería ser el próximo

Tras el lanzamiento de Assassin’s Creed: Valhalla, los fans de la saga nos preguntamos, ¿Qué será de la saga ahora? Pues bien, tras más de 11 títulos, sin contar los spin-off, creo que es necesario otro cambio, igual que el cambio de Syndicate a Origins que fue excelente. En el artículo de hoy,  repasamos los cambios más importantes de la saga y, finalmente, cómo debería evolucionar de cara al próximo que, seguramente, saldrá en 2022. Cómo entenderéis, no hablaremos mucho de la historia para evitar spoilers.

Desde el primer Assassin’s hasta Revelations, los juegos se parecen bastante, sobre todo gráficamente, jugablemente fue evolucionando poco a poco añadiendo la mecánica del parry además de brindar más armas, mejoras a la vista de águila y oportunidades para el combate y sigilo. Sobre la exploración, la del primero era la más simple de todos, ya que no había prácticamente misiones secundarias y era bastante repetitivo, es verdad que las ciudades de Damasco, Jerusalén, Acre, las afueras del reino y el centro neurálgico de los Assassin’s, Masyaf eran muy espectaculares y adelantadas a su año (2007). Ambientado en el año 1191, en la época dorada de los Templarios y de los asesinos en busca del Fruto del Edén.

Con la trilogía de Ezio, vivimos la época dorada de la saga, dándonos 3 obras maestras, muy parecidas entre ellas pero viviendo en lugares distintos y con personalidad propia.

En Assassin’s Creed 2, Brotherhood y Revelations visitamos lugares como: Florencia, Venecia, Roma, Constantinopla entre otras muchas más. Reencarnamos a Ezio Auditore da Firenze durante el renacimiento Italiano, con resquicios de la hermandad él será el encargado de hacerla fuerte de nuevo. La exploración mejoró una barbaridad respecto al primero, pudiendo comerciar para comprar armas, mejoras del traje, comprar munición, teñir los trajes, ir al banco (a partir de Brotherhood), comprar curaciones, etc.

Había muchas más misiones secundarias y la historia respecto al primero era bastante menos repetitiva. En la segunda entrega podíamos mejorar la villa para ganar más dinero gracias a las visitas de turistas.

Las principales diferencias del primero con la trilogía de Ezio eran esas, ahora hablaremos de la evolución de la saga Americana. Dejando de lado los 4 primeros títulos, ya que, a partir del tercero cambia prácticamente todo, desde el parkour al combate pasando por la ambientación (ya que cambiamos de continente).

A partir de Assassin’s Creed 3, vemos un cambio a la hora de jugar, las animaciones son totalmente diferentes, añaden batallas navales, el apartado gráfico también cambió y, a pesar de las críticas de la tercera parte en gran medida por el protagonista, que comparado con Ezio era mucho más serio, a mí me gustó. Connor era un nativo hijo de un templario inglés, Heytham Kenway, hijo de Edward Kenway ( el protagonista de Black Flag) por ende, Connor es nieto de Edward.  Personalmente, Connor me gustó como protagonista, mejor eso a tratar de imitar de nuevo a Ezio (como pasó con Arno en Unity).  El mapeado también sufrió un cambio radical, abandonando las ciudades con edificios altos a frondosos bosques norteamericanos y ciudades como Boston o Nueva York.

En Black Flag, se explotó aún más las batallas navales y el mapeado era el Caribe entero, mantenía bastantes características similares al tercero, pero añadiendo el combate con dos espadas, pesca, buceo etc. cosas que mantuvo Rogue, pero cambiando el punto de vista del protagonista, que empieza siendo un asesino y por cosas del destino acaba siendo un templario. En Rogue, vemos zonas vistas en la tercera entrega, lugares como Nueva York, la hacienda Davenport, entre otras.

Por si hay gente liada con el orden cronológico de los juegos, la línea  temporal es la siguiente: Black Flag a pesar de ser la cuarta entrega va antes que la tercera entrega y Rogue en la línea de tiempo va entre Black Flag y el 3.

El mismo año que salió Rogue, salió el primer título 100% para next gen, Assassin’s Creed: Unity, polémicas aparte con el tema bugs, el juego prometía un gran cambio, volvíamos a Europa, concretamente, al París de la Revolución Francesa. Vivimos una revolución (je, je) total en el sistema de parkour, brindándonos uno de los mejores sistemas que recuerdo en un videojuego respecto al parkour. Por lo demás,  muy en la línea de los Assassin’s Creed originales, con muchos cofres repartidos, pero con misiones secundarias más trabajadas aunque con una historia más floja de lo que recordaba. Arno claramente era una inspiración de Ezio, incluso físicamente se parecía mucho, pero no calaba tanto y parecía más forzado.

Cuándo salió Syndicate, vimos que la saga sufría mucho, saliendo un juego al año, y se notaba el agotamiento de ideas y sobreexplotación, un juego prácticamente igual que Unity, pero en Londres, y con dos protagonistas Evie y Jacob Frye, unos hermanos asesinos. Seamos claros, Jacob era odioso y Evie está infravalorada. En mi opinión, fue uno de los peores Assassin’s que recuerdo, pero era muy disfrutable, ya que añadía el gancho, que fue la única novedad grande del juego aparte de la localización (una Londres en plena Revolución Industrial) y tener dos protagonistas. Hasta aquí la parte “Regreso a Europa” post América.

Tras el fracaso de Syndicate, la saga quedó parada totalmente, tras 7 años consecutivos sacando un Assassin’s en el año 2016 no salió ninguna continuación, ya que querían revivir la saga con otro enfoque totalmente diferente.

En el año 2017, en la conferencia de Xbox del E3, vimos el regreso de Assassin’s Creed como nunca antes habíamos visto, el cambio que más necesitaba la saga, con un enfoque diferente, vimos Assassin’s Creed: Origins, un RPG en la época de los faraones, en Egipto, nos poníamos en la piel de Bayek de Siwa, un medjai con sed de venganza, con él vimos el origen de la hermandad, y qué mejor manera que ver el origen que con un sistema totalmente diferente. Un mundo abierto con subida de nivel, montura, escudo y personalización y un enfoque en la historia totalmente diferente.

Con el éxito de Origins se apresuraron en sacar Odyssey, un juego que no tenía sentido para Assassin’s Creed, ya que era incluso anterior que Origins (en la línea de tiempo), por lo cual la hoja oculta no estaba. El mapa fue increíblemente grande, ya que era toda Grecia, volvieron las batallas navales de Rogue, 3 y Black Flag, pero en vez de cañones (como es lógico) eran flechas. Metieron mucha mitología, que a pesar de tener 0 sentido en la saga, estaba muy bien, añadiendo más combates contra jefes y muy buenos. Este fue el primer juego que podías elegir el protagonista, pero carecían de carisma, en cambio, Valhalla siguió con la elección de personaje, pero eran mucho más carismáticos y mejor escritos.

La gente se empezó a cansar de nuevo de la saga, ya que salieron 2 juegos de 100 horas o más y decidieron darle de nuevo un año sabático a la saga.

En el ya pasado año 2020, empezaba una generación de consolas y Ubisoft no se quería perder el evento y por fin vimos la siguiente entrega, Assassin’s Creed: Valhalla. Seguía las pautas RPG de Origins y Odyssey, pero dándole un giro en la fórmula, decidieron quitar el sistema de niveles de ambos juegos, ya que te obligaba a farmear y hacer misiones muy repetitivas y simples. Quitando esa función y quitando las misiones secundarias, pensamos todos que sería igual, pero aún había más. Volvió la hoja oculta, volvió el sigilo social del primer Assassin’s Creed, el combate se parecía mucho al de Origins, pero aún más variado y violento, desde hachas duales, a espada con escudo, dos escudos, ahí ya entran tus gustos. Quitando las misiones secundarias, hicieron eventos del mundo, parecidas a las misiones secundarias pero más trabajadas y menos repetitivas. El mapa era gran parte de Noruega y toda Inglaterra, aparte de otras zonas que no queremos desvelar por tema spoilers, en lo general el mapeado es sublime, aunque a veces se siente demasiado grande. Por lo general creo que Valhalla fue un gran título, mejor que los dos anteriores, pero al ser el tercer RPG en 4 años se notó mucho el agotamiento y la falta de ideas. Con toda esta premisa es casi 100% seguro que este año no habrá Assassin’s Creed, lo cual me alegra, siendo Valhalla un gran título creo que el RPG en la saga se agotó y necesitamos algo diferente.

Por eso estoy aquí para dar una idea de cómo se debería hacer el próximo juego, sin entrar en la ambientación, ya que eso me da igual, Ubisoft eso siempre lo hace genial.

Para empezar, como bien indica el título, echamos de menos el credo de asesinos y volver a Masyaf es muy necesario, vivir de nuevo siendo un asesino, seguir las pautas de la saga, luchar contra templarios y no contra los antiguos, mapas más reducidos, personaje sin elección de conversación.

Como podéis ver la saga sufre de reciclar conceptos en sus juegos, pero evolucionado poco a poco, por ejemplo, del primero a Revelations sigue una tendencia continuista, del 3 hasta Rogue es otra cosa, de Unity a Syndicate otra y, por último, la trilogía RPG, Origins, Odyssey y Valhalla que se demarca 100% de lo anterior.

¿Qué cambiaríais para el próximo Assassin’s Creed? 

Toni Galera

Director adjunto en HelGames. Me gusta Fable y Fallout, está siendo una época dura.

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