Análisis: Oxide Room 104

Nunca desestimes el consejo de un conocido. En especial, si te avisan personalmente por teléfono para que abandones cuanto antes un lugar extraño… Oxide Room 104 es un auténtico videojuego de terror, desarrollado por WildSphere, estudio independiente creador de obras como Flying Soldiers o Timothy’s Night, por ejemplo. De la mano de Perp Games (distribuidora también reconocida por títulos como Chernobylite, Lake o Breathedge, entre otros), llega a nuestras moradas esta nueva entrega con puzles y sobresaltos que nos harán vivir una experiencia repleta de tensión.

Entrando en materia, Oxide Room 104 destaca por su tenebrosa ambientación. Se establece una atmósfera de tirantez constante en la que el jugador se verá envuelto desde la primera toma de contacto, siendo forzado a respirar de ese aire terrorífico que nos han querido transmitir durante el gameplay. El buen trabajo realizado por parte de sus desarrolladores ha dado como fruto una oscura creación que te hará sentir vigilado, perseguido y sin salida.

Una vez más, estamos ante una historia centrada en la exploración. Nos pondremos en la piel del protagonista, Matt (o Matthew), recorriendo en primera persona el viejo y grimoso motel en el que nos hemos visto encerrados por alguna razón, la cual desconocemos. Habitación por habitación, nos abriremos paso e iremos recopilando notas, que nos darán a conocer más información sobre cuál será el hecho previo que habrá debido suceder para que el protagonista se vea retenido en tan desagradable contexto. Oxide Room 104 en un título que aporta frescura (algo que, personalmente, se agradece) y en el que nos aguarda algún que otro sustillo por el camino. ¡Sean bienvenidos al motel, señoras y señores!

Este lugar tan… «Colina Silenciosa»

Sin lugar a dudas, reafirmo que la ambientación juega un papel brutal en Oxide Room 104 y que la influencia de otros juegos de este género se aprecia con claridad. Es inconcebible que Silent Hill no venga a la mente de los jugadores mientras recorren los pasillos y habitaciones del motel. La sinuosa niebla, el misterioso tono gris, la oscuridad que se palpa en el ambiente, los terribles sonidos que pueden escucharse mientras se camina por este espacio, incluso los enemigos que iremos encontrando… Es todo tan averso y repulsivo que, para los fans de la afamada saga de Konami, este juego será sin lugar a dudas de su agrado, salvando las diferencias con el clásico, obviamente.

El apartado gráfico de Oxide Room 104 es más que decente, con un resultado final satisfactorio. Tratándose de un motel (cuyas habitaciones deberían ser todas iguales o parecidas, al menos), siento que se muestra cierta variedad entre sus escenarios, aunque, por el contrario, las texturas pueden llegar a presentar leves carencias en ocasiones, dependiendo del objeto o la zona. A pesar de ello, no es algo que afecte o reste en exceso a esta entrega, ni mucho menos, ya que, como todo juego de terror que se precie, los decorados son atrevidos y en este también se invita a sacar alguna que otra captura durante la partida, lo cual ya es decir mucho. El buen contraste entre luces y sombras siempre ayuda y como fanático de la oscuridad y los videojuegos en los que nos vemos obligados a hacer uso de la linterna, siento que Oxide Room 104 cumple con creces, dejando detalles que han gustado mucho.

En cuanto al apartado sonoro, debo añadir que, por un lado, se agradece que las voces estén en perfecto castellano (entre otros idiomas), no hay nada como sufrir el terror en el idioma que uno domina y al que se está más acostumbrado. Personalmente, creo que es un punto a favor de cara a la inmersión. Por otro lado, a pesar de que Matt refleja bien su agonía y miedo con sus aportaciones (comprendiendo así la tensión que el protagonista siente), pienso que sería interesante ampliar el repertorio de frases de cara a mejorar la experiencia que el juego ofrece. En la variedad está el gusto, o eso dicen.  Otro detalle a destacar es que gran parte de la ambientación se debe a las melodías y efectos de sonido ambiente, que llegan incluso a dar repelús. Como jugador, puedes sentirte dentro de ese contexto lúgubre, lleno de descomposición y óxido, rodeado de gritos que, desde el primer momento, te atraparán entre sus muros.

Lo sencillo nunca falla

No se puede confundir sencillez con simpleza. En los aspectos jugables cabe señalar que estamos ante un adictivo videojuego con una ambientación excelente. Un siniestro motel que podremos explorar con total libertad, con numerosas habitaciones, casi todas con un «puzle» o rompecabezas que deberemos resolver para conseguir avanzar en el interés de Matt, es decir, en su huida de este infierno en el que se ve inmerso. A través de las notas que iremos encontrando por el edificio (algunas del propio protagonista, otras del malévolo Doc y algunas de otros personajes que iremos conociendo durante la historia), terminaremos por comprender la razón por la que este joven se ha visto implicado y atrapado en el interior de un viejo motel, secuestrado y encarcelado, a merced del ya nombrado y despiadado Doc. Una peligrosa situación, donde trataremos de evitar, a toda costa, a la horrible criatura que le acecha.

Nada más comenzar, en la bañera de nuestra habitación, se manifiesta con certeza que algún mal corrompe aquel desdichado lugar. En aquel motel han acontecido sucesos realmente perturbadores. Poco a poco, encontraremos las llaves de las diferentes habitaciones, que estarán numeradas tal cual las puertas. Los coleccionables, a modo de notas, serán información relevante sobre la historia que estamos viviendo. También encontraremos objetos que nos ayudarán durante la aventura, ya sean a modo de puzle o simplemente munición para nuestra arma.

Al igual que ocurre con otros títulos del mismo estilo, la exploración de cada rincón será vital para conseguir avanzar. Esto no presenta una gran dificultad, puedo afirmar que el juego resulta sencillo, pero tiene una trampa; si mueres en cualquier momento tendrás que comenzar desde el principio. Otra vez en la bañera de la habitación 104. Aunque a muchos este detalle pueda parecerles desesperante, en lo personal, siento que es totalmente crucial en este juego. La tensión de tener que volver a comenzar si tomamos una decisión equivocada hace que el título de WildSphere sume muchos puntos. Además, no esperéis que todo sea igual a la ocasión anterior, Doc os pondrá más difícil vuestros intentos de huida cada vez que volváis a empezar, cambiando cada objeto de lugar, variando los puzles e incluso haciéndoos pasar por malos tragos. Mi consejo, no os dejéis atrapar, pase lo que pase.

No me cabe duda de que los jugadores amantes del género de terror, van a encontrar en esta aventura una experiencia totalmente satisfactoria. Partiendo de las similitudes con el gigante del género, Silent Hill, es imposible no disfrutar de Oxide Room 104. Los enemigos que encontramos durante la partida son espeluznantes y horrendos, dan grima solo de verlos. Si a ello le sumamos que cuando te atrapan resultan chungos de evadir, es necesario andarse con ojo, ya que no siempre tendremos que plantarles cara. Disparar a veces no será la mejor opción. Ahí es donde entra el jugador silencioso, ya que el sigilo obviamente puede ser nuestro mejor aliado (trofeo incluído si sabemos serlo durante toda la partida). Debo añadir que he echado en falta más situaciones de peligro, pero, por otro lado, las que he experimentado durante la partida, han sido más que suficientes para no querer toparme con esos monstruosos enemigos en más ocasiones de las que nos brindan.

Los desarrolladores han sido inteligentes en cuanto lo que ofrecen: un terror constante, con dificultad no demasiado exigente, pero con obligatoriedad de ser precavido y tomar decisiones acertadas, cualquier error puede costarnos la vida. Es una aventura cuya duración aproximada es de 2 horas que, gracias a sus diversos finales, puede alargarse, y confirmo que se trata de un juego que posee carácter de rejugabilidad.

Conclusión final

Oxide Room 104 nos hará agarrarnos a nuestros asientos. Esto sucederá mientras vamos recorriendo el espantoso motel en el que Matt se hospedaba. Pero, ¿por qué ese antro? Nos enfrentamos a una situación desagradable, con una interesante historia, que esconde varios misterios por resolver. A través de las notas que iremos encontrando y mediante algunos puzles, la verdad será revelada. Este videojuego pretende mantenernos en tensión y sufrir en ese ambiente que nos plantean. Nos pondremos en la piel del protagonista de una auténtica pesadilla.

A opinión personal, añado que me ha entretenido mucho. Estamos ante una de esas historias que invitan a querer saber más y a completar el juego con interés. Oxide Room 104 es un videojuego sencillo, pero que cumple con lo que se espera de él. Además posee múltiples finales, lo cual le aporta rejugabilidad, como decía antes.

Los escenarios, a pesar de formar todos parte de una misma localización como es un motel, aportan distintas experiencias y puzles, lo cual será del agrado de los fanáticos del género de terror. Los puzles, ya que los nombramos, reitero que resultan sencillos y esto hace que terminen por ser más disfrutables que si fuesen exageradamente difíciles, pudiendo restar a lo que de verdad importa de este título: la inmersión. El resultado de todo el trabajo realizado en este juego hará que el jugador se sienta bajo tensión y esté forzado a tener que tomar decisiones acertadas, ya que equivocarse sale caro y esta es una de las cosas que más me ha llamado la atención de Oxide Room 104.

Estamos ante una sorprendente y estremecedora aventura, que posee un apartado artístico atractivo, que nos recordará, a los más nostálgicos, a las horas que dedicábamos merodeando por Silent Hill años atrás. Además, puedo confirmar que jugarlo en PS5 es una grata experiencia, ya que garantizo que se ve muy bien en la versión de la consola nipona. Estoy convencido de que os va a encantar el gran trabajo desarrollado por WildSphere.